13 de octubre de 2005

Suecia 3 e Islandia 1, pero el Pinotage ganó por goleada

Pues sí, ayer Suecia se jugaba entrar en el mundial de fútbol de 2006 de Alemania, y disputaba un partido contra otros que también se las pelan en cuanto al frío que pasan se refiere, Islandia.

Hora y media antes del partido sobre las 6, mi amigo sueco Johan me llamó para ver que tal me parecía la idea de que nos bebiésemos una botella de vino haciendo tiempo para ver el partido. Joder, pues qué me va a parecer, parece mentira, hombre. Con la tontería de ir a hablar con un par de profesores de las asignaturas que empezaré en una semana, se me pasó el comer. Sí, ya lo sé, es raro, y más en mí, pero últimamente parece que mi cuerpo se ha dado cuenta de que estoy de Erasmus y aprovecha mucho mejor la energía, lo que se traduce en que muchas veces no tengo hambre a las horas normales, y debido a eso tengo el horario gastronómico un poco especial.

Total, que no merecía mucho la pena ponerme a preparar algo y recoger el tema, además tenía que recoger la colada (que raro se me hace decirlo), recoger la habitación, y no había tiempo para todo.

En fin, que adecento un poco mi cuarto (que desde que tengo cortinas ya parece un cuarto) y terminé justo a tiempo para bajar a abrir a Johan que ya llegaba. Bajé a abrirle con la idea de irnos a un Systembolaget (ya os contaré) a comprar. Pero hey, ¿y esa botella de vino? No era la primera vez que nos bebíamos una, de hecho aún guardo el doloroso resguardo de la última, pero aquella me pilló de sopetón y con el estómago vacío, qué le vamos a hacer. Entre risas, "mira que canción más chula de reggae sueco", y demás, se nos pasó el tiempo.

El vino era de Sudáfrica, denominación "Pinotage". Sí, parece que no todo va a ser Rioja y Francia en esto de la enología, pero uno va aprendiendo. Y oye, estaba bastante bueno...

Yo hice todo lo que pude, de verdad. Incluso me preparé sobre la marcha un bocadillo de queso la mar de rico y pan con aceite y tomate, a ver si absorbía algo. Pero ay amigo, ay amigo, pareció no surtir efecto, telita con el vinito. Demasiado tarde. Más risas.

Se me ha olvidado decir que aquí se sale los miércoles como si de un sábado se tratase, es decir, es un día tan fiestero como el que más, y ayer precisamente, con el partido, el ambiente era de jolgorio por todos lados. El equipo regional, por cierto, el Kalmar, ha subido este año ha subido a primera, y está todo el mundo desenfrenado. Pues ayer más. Coño, los bares a tope, half price en birra (con lo que se queda a 2.5 euros los 40 Cl, es decir, vaso grande, ejém).

Al fin conseguimos, todo sea dicho, con cierto esfuerzo, salir de la habitación y dirigirnos al bar donde Johan conoce a todo pichi pata por haber trabajado allí, que era donde íbamos a ver el partido. Fue la leche, conocí a un montón de gente, incluso un brasileiro que cuando me hablaba en castellano yo le respondía "what?". Vamos, que genial. Pero oye, un partidazo con unos goles suecos dignos de mencion, y unas cervecitas que no os quiero ni contar.

Cuando se acabó el partido, nos quedamos en el bar, que si jiji, que si jaja, que si otra más, hasta que nos lo cerraron, y yo por lo menos, me marché a casa, que hoy tenía que madrugar.

Eso sí, no conseguí dormirme hasta pasado un buen rato.

No hay comentarios: