21 de octubre de 2005

Jeje, estos suecos...

Si esque son de un práctico...


20 de octubre de 2005

¿Qué ha pasado con Carrillo en la Autónoma?

Bien , creo que no me lee demasiada gente, pero no pierdo la fe de que me hagáis un poco de caso. Y es que he leído que Carrillo tuvo gresca en la Autónoma, cuando asistió al acto en el que lo nombraban Honoris Causa.

Me gustaría que si alguno de mis amiguitos autónomos, o alguno de los que se entera de las cosas, no necesariamente autónomo, sabe algo del tema, bien porque estuvo, o porque lo oyó (de estos sabed que me fiaré menos), para que por favor me lo comentara por aquí o me envíe un email o algo con algún link con información fiable. Gracias de antemano informadores míos.

A ver si un día de estos cuelgo fotos, que se me amontonan

Agur!

19 de octubre de 2005

Växjo trip

Sí, Växjö. Suena sueco, ¿eh? Pues ojo con la pronunciación, le pongo mimo, y aun así tengo que repetirlo un par de veces para que los suecos me entiendan cuando les digo a dónde me he ido el fin de semana.

Conocimos a Marcos (lo conocieron otros erasmus spanskas, pero yo no estaba aún aquí) en la cola del supermercado. Conocer gente en el súper, si, a mi también me chocó, pero oye, también es raro que un sueco sea medio español porque su madre se fue a mallorca hace mucho tiempo y conoció a un español con el que le tuvo, no vayamos a sorprendernos ahora con estas cosas. Pues eso, que le conocimos en el supermercado, y como a toda gente que conoces en un supermercado y con los que te tomas un par de birras, pues haces lo normal. Invitarles a tu casa de Växjö un fin de semana, a salir de fiesta y a presentarles a tus colegas.

Ya, a mí también me dio un poquito de palo, porque soy el que menos le conocía (qué coño menos, le había visto una vez), pero el tío, encantado de que fuera. Así que nada, el sábado por la mañana, tras dormir poco después del... ehm... encuentro intercultural de los erasmus el viernes por la noche, al que no suelo asistir porque estoy haciendo vida local con colegas autóctonos, cogimos un tren a Växjö. Fuimos Felipe y Kiko (ambos de Valladolid), Davide (Italiano), Baran (Turco), Marcos y servidor.

¡Qué ciudad tan bonita! Es un poco más grande que Kalmar (80.000 hab) y es la ciudad más importante de la región de Smålands, en la que están ambas. Está rodeada de lagos por todas partes, de hecho, los 200 Km cuadrados que rodean la ciudad, contienen un 38% de superficie de agua. Es precioso, y no os podéis imaginar ahora con el otoño cómo estaba el paisaje. A ver si algún día paso las fotos que hice con mi cámara.

En cuanto llegamos a la ciudad (o pueblo, yo qué sé... al centro) comimos en un McDonalds en el que pudimos disfrutar de una comida desgraciadamente conocida pero ajustada a nuestro bolsillo. Por aquí gustan mucho de probar "El Maco grande" En el McDonalds, una hamburguesa publicitada por alguien parecido al amigo malo de Pancho Villa, bastante grande y que por lo visto es lo que la mayoría de la gente escoge después del Big Mac. Qué cultura tengo, ¿eh? En fin, después de comer, nos fuimos al museo del vidrio. Yo ya había estado en uno, como conté hace tiempo, pero no obstante éste estuvo muy bien porque no sólo cubría el campo del vidrio, sino bastantes otras áreas que me gustó ver.

Dimos una vuelta por el centro, y me flipó la cantidad de tiendas de instrumentos de música que ví. Me enteré de que Växjö es una importante factoría de músicos, y que hay un montón de locales de ensayo y escuelas (aparte de la universidad de música) en casi toda la ciudad. Lástima que me pille lejos, pero pienso volver.

Os dejo una foto que he sacado de google de una calle de Växjö. Ya pondré las mías.


La madre de Marcos vive en una típica casita sueca. Es muy común por aquí que las casas estén pintadas con una mezcla muy antigua que les da un color rojo muy característico, y las esquinas y más detalles están pintados en blanco.

Nota 1: Me explicaron en clase de cultura sueca que era así porque antaño, pintar las casas todas de blanco salía por un huevo y medio, y muy poca gente se podía permitir algo así. Entonces descubrieron esta sustancia que una vez tratada resultaba en el color rojizo del que os hablo, y era bastante asequible. Así que hala, todos a pintar la casa de rojo. Pero aún así, pintaban de blanco las esquinas y detalles, porque ellos lo valían. Para que luego digan.

Bien, una vez llegamos a su casa, su madre nos recibió con una alegría y un encanto de flipar. ¡Qué maja, y qué salero! No sólo nos invito a cenar, a lo que aceptamos medio cohibidos, hasta que vimos el plan. ¡Cocido! Íbamos a cenar cocido, de los de verdad, ¡con chorizo de verdad! Increíble. Así que nada, ayudamos a preparar la cena, como buenos huéspedes, pelando patatas y zanahorias, y hale, a cerrar los ojos y sentirse en casa. La verdad es que nos trataron genial.

Y después, por supuesto, de fiesta. Primero a un club de estudiantes en el que un portero cabrón no nos dejó entrar por no ser de la universidad de Växjö, y después al centro, donde la cosa ya moló bastante más.

Y después a casa en taxi ilegal, por supuesto, guiados por un moldavo mayor lleno de cicatrices. After party hasta las 7 y a dormir. El domingo tranquilito, que si haz fotos y que si da un paseo, que si desayuna, que si qué poca gente en la calle, y hala, tren de vuelta a Kalmar.

A ver cuándo hacemos otra.

17 de octubre de 2005

Ouch!

*Foot note: In Swedish there are 9 vowel ponemes with some difference also in quality between the long and short vowel sounds. In most regional variants of Swedish there are two additional allophones, [ae] and [oe], affected by a following -r-. Short e and ä can be seen as identical. This gives a total of 21 different vowels.


Tela...

13 de octubre de 2005

Suecia 3 e Islandia 1, pero el Pinotage ganó por goleada

Pues sí, ayer Suecia se jugaba entrar en el mundial de fútbol de 2006 de Alemania, y disputaba un partido contra otros que también se las pelan en cuanto al frío que pasan se refiere, Islandia.

Hora y media antes del partido sobre las 6, mi amigo sueco Johan me llamó para ver que tal me parecía la idea de que nos bebiésemos una botella de vino haciendo tiempo para ver el partido. Joder, pues qué me va a parecer, parece mentira, hombre. Con la tontería de ir a hablar con un par de profesores de las asignaturas que empezaré en una semana, se me pasó el comer. Sí, ya lo sé, es raro, y más en mí, pero últimamente parece que mi cuerpo se ha dado cuenta de que estoy de Erasmus y aprovecha mucho mejor la energía, lo que se traduce en que muchas veces no tengo hambre a las horas normales, y debido a eso tengo el horario gastronómico un poco especial.

Total, que no merecía mucho la pena ponerme a preparar algo y recoger el tema, además tenía que recoger la colada (que raro se me hace decirlo), recoger la habitación, y no había tiempo para todo.

En fin, que adecento un poco mi cuarto (que desde que tengo cortinas ya parece un cuarto) y terminé justo a tiempo para bajar a abrir a Johan que ya llegaba. Bajé a abrirle con la idea de irnos a un Systembolaget (ya os contaré) a comprar. Pero hey, ¿y esa botella de vino? No era la primera vez que nos bebíamos una, de hecho aún guardo el doloroso resguardo de la última, pero aquella me pilló de sopetón y con el estómago vacío, qué le vamos a hacer. Entre risas, "mira que canción más chula de reggae sueco", y demás, se nos pasó el tiempo.

El vino era de Sudáfrica, denominación "Pinotage". Sí, parece que no todo va a ser Rioja y Francia en esto de la enología, pero uno va aprendiendo. Y oye, estaba bastante bueno...

Yo hice todo lo que pude, de verdad. Incluso me preparé sobre la marcha un bocadillo de queso la mar de rico y pan con aceite y tomate, a ver si absorbía algo. Pero ay amigo, ay amigo, pareció no surtir efecto, telita con el vinito. Demasiado tarde. Más risas.

Se me ha olvidado decir que aquí se sale los miércoles como si de un sábado se tratase, es decir, es un día tan fiestero como el que más, y ayer precisamente, con el partido, el ambiente era de jolgorio por todos lados. El equipo regional, por cierto, el Kalmar, ha subido este año ha subido a primera, y está todo el mundo desenfrenado. Pues ayer más. Coño, los bares a tope, half price en birra (con lo que se queda a 2.5 euros los 40 Cl, es decir, vaso grande, ejém).

Al fin conseguimos, todo sea dicho, con cierto esfuerzo, salir de la habitación y dirigirnos al bar donde Johan conoce a todo pichi pata por haber trabajado allí, que era donde íbamos a ver el partido. Fue la leche, conocí a un montón de gente, incluso un brasileiro que cuando me hablaba en castellano yo le respondía "what?". Vamos, que genial. Pero oye, un partidazo con unos goles suecos dignos de mencion, y unas cervecitas que no os quiero ni contar.

Cuando se acabó el partido, nos quedamos en el bar, que si jiji, que si jaja, que si otra más, hasta que nos lo cerraron, y yo por lo menos, me marché a casa, que hoy tenía que madrugar.

Eso sí, no conseguí dormirme hasta pasado un buen rato.

9 de octubre de 2005

Imperiosa

Bien, sé que he tardado mucho en actualizar esto, pero he tenido una semana bastante liadilla, por no decir que no he parado en casa, y cuando volvía estaba agotado. ¡Aunque parezca que no, los erasmus tenemos que hacer bastantes cosas!

Pero basta ya de lamentaciones. Hoy es un día grande. Hoy es el día en el que conoceréis a quien poco menos que va a formar parte de mí los próximos meses, quien sin duda me ayudará con mis propósitos, y estará ahí cuando lo necesite, ya haga frío, hiele, llueva o nieve. Seguramente todo esto, e incluso puede que a la vez. Para mí es muy importante. Es una amiga, e incluso algo más.

Sí, ya sé lo que estáis pensando, y sí, es sueca. Sí, es rubia. Y sí, la monto.

Nos conocimos por internet. Nada más tener conexión desde mi habitación (eso fue a finales de Septiembre, principios de Octubre, no recuerdo bien), de las primeras cosas que hice fue buscarme una, y tengo que decir que la competencia era dura. Otras se creían que tendrían más posibilidades que ella por vivir más cerca, pero para qué ocultarlo, cuando se tienen tantas ganas de algo, la distancia no importa, y las virtudes de mi niña dejaban al resto bastante atrás.

Viajé en tren hasta el pueblo en el que ella vivía, que curiosamente estaba bastante cerca del pueblo en el que había estado yo viendo cómo fabricaban cristal hacía poco, y en cuanto la ví delante de mí, supe que tenía que ser mía. Y qué queréis que os diga, aunque a algunos pudiera haberles importado el hecho de que estuviera usada, a mí no me importó lo más mínimo. De hecho, me gusta más así.

Antes de que os rasguéis aún más las vestiduras (que vete tú a saber quién se las iba a rasgar), dejadme deciros que es una maravilla. Se llama Imperiosa, son alrededor de 12 ó 14 kilos de pura rabia contenida esperando una orden mía para cumplirla, no se amilana si la llevo por caminos abruptos, y tiene siete velocidades.

Imperiosa me costó 700 coronas suecas (a partir de ahora me referiré a ellas como SEK, Kr ó ":-") más el billete a Nybro (40 SEK) y los cuernos (90 SEK), que vienen a ser unos 85 € o así, que para ser lo que es, está de puta madre. Es un poco pequeña para lo grandote que soy, pero le he subido el sillín y el manillar y sin problemas, ya estoy acostumbrado y formamos un buen equipo. Es bastante común por estas tierras montar en bici, de hecho casi todo pichi pata tiene una, los carriles para peatones están señalizados para que las bicis puedan circular, y hay aparcabicis por todos lados.

Las bicis nuevas valen todas más de 2.800 SEK (la más barata, este país mete unas hostias...) y eso sin sumarle la parrilla, que te puede salir por un pico. Total, que puedo sentirme un poquito más sueco por un precio más que razonable, de hecho algunos erasmus que han llegado a pagar hasta 1000 y 1200 Kr, y me dicen que Imperiosa es mejor que la suya. Ainsss... ¡es lo que tiene moverse! Cuando aún no tenía internet me acerqué a algunas tiendas de segunda mano, a ver cómo estaba el tema, y madre mía, me intentaban colar unos churros de bici por 1000 Kr de flipar...

En fin, ya estamos juntos, y que dure, que es lo importante. ¿Que por qué Imperiosa? Porque estos suecos son muy raros haciendo las bicis, y donde debería estar el freno de la rueda trasera (en la derecha), está el de la delantera, y donde debería estar el de la delantera no hay nada. ¡NADA! Se frena pedaleando al revés, haciendo que se bloquee la biela y se active el freno de la rueda de atrás que atención... ¡está en el eje! ¡Junto a los piñones! ¡Que están metidos en un tubo de acero! Me costó tanto acostumbrarme a frenar en condiciones que le puse ese nombre. Reíros, reíros, pero cuando tienes que frenar de repente y no estás acostumbrado, tu cerebro echa mano de lo que ha conocido de niño, y entonces de das cuenta ¡de que no hay freno! Puede ser divertido.

Bueno, tampoco quiero extenderme demasiado, así que os la presento oficialmente: Señoras y señores, con todos ustedes... ¡Imperiosa!