17 de diciembre de 2005

Pre-viaje

Pues sí, parece que es verdad, y que ya han pasado tres meses desde que llegué, pero por más que mire el calendario no me puedo creer que haya vivido aquí 90 días.

Si me tomo este periodo como los 100 días que se les da a los nuevos partidos para analizar los cambios introducidos desde su llegada al poder, es pronto para sacar conclusiones definitivas, pero todo esto pinta muy bien. A parte de la gente tan estupenda que he conocido, algunos de los cuales se quedan aquí el año que viene (otros lamentablemente no, mira que no quedarse a ver la primavera en este país, que debe ser increíble...), puedo añadir un montón de historias, anécdotas, y sorpresas a la lista de cosas que han hecho de esta primera mitad (algo menos que mitad) de mi erasmus algo totalmente inolvidable.

Pero todo es de color de rosa, desde luego, (aunque casi todo lo sea), y supongo que el lado más oscuro del análisis lo ocuparía lo tremendamente ocupado que me ha tenido la universidad durante el trimestre. En serio, son tres cursos a la vez los que he hecho, de nivel de master (del universo), que han hecho que muchos días me los pasara casi completamente en la facultad (me viene a la cabeza aquel miércoles que superó a mi querida EPS, con un récord de 13 horas (de 8 a 21) en el Teknikum, entre laboratorios, clases, reuniones y proyectos. Pequeño tirón de orejas para la ORI por no tener ni puta idea de qué me ofrecían los suecos estos en la uni. Pero en fin, así es la vida, y tampoco me puedo quejar, porque por otro lado ha sido muy beneficioso y he tenido un montón de experiencias nuevas relativas al trabajo.

Hasta aquí lo malo, y exagerando, que quede claro. Luego miras atrás y sólo te quedas con lo bueno, algo que la verdad, no es difícil.

A ver, lo que quería contar. Cojo el avión a Madrid el 20 por la tarde, y como no he tenido la oportunidad de viajar tanto como me había propuesto antes de venir (tal vez porque hay tantas cosas que descubrir cuando llegas a un sitio nuevo que tampoco hace tanta falta como cuando lo ves de lejos), he pensado que estaría bien desquitarme con un viajecito molón de esos que me gustan a mí. Mañana cogemos un tren a Copenhague, Felipe, Kiko, Davide y yo, aprovechando que nos vamos todos el 20, para conocer una de esas ciudades que todo el mundo pone por las nubes (sobre todo en Navidad).

Nos alojaremos en algún hostal de los que tenemos por candidatos, y nos recorreremos la ciudad (y sus bares tambieeen... jeje) antes de volver a la piel de toro, con un montón de espacio libre en la maleta para traer de vuelta ese jamoncito, choricito, y vinito que tanto hemos echado de menos.

Bueno, yo me tengo que ir yendo, que me va a cerrar el super y tengo que avituallarme para el viaje de vuelta, y después prepararme para esta noche, que por lo visto va a ser grande, porque aparte de despedir a mucha gente que no vuelve, una importante discoteca de aquí ha dicho nosequé de vaciar los barriles de cerveza, ni idea. Ya os contaré.

Un saludo a tod@s y hasta pronto.

Escuchando - Seether (Karma and effect) Os los recomiendo.

14 de diciembre de 2005

De lo más freak que he visto en mi vida

Lo juro. Y he visto muchas cosas.

Los que sepáis cómo (que también os las traéis), haced un telnet aquí:

telnet towel.blinkenlights.nl

Saludos, nos tomamos pronto unas birritas.

8 de diciembre de 2005

Fotos de la facul

Joder, pues sí que le he dado movimiento a esto, sí... qué vergüenza. En fin, que aprovecho hoy que he descargado algunas fotos para enseñaros la facultad en la que estudio. Se llama Teknikum, y es un edificio bastante modernete, así rollo EPS pero en sueco.


Eso sí. NO TIENE CALEFACCIÓN. Ya, yo también flipé. "¿Pero cómo coño hacen los suecos un edificio sin calefacción en el siglo XXI?". Pues sí majos, por lo visto son muy cuidadosos de hacer los edificios "Environmental friendly", y de ser así en general respetuosos con la naturaleza. Una de las cosas que más les gusta es ir de duros. Así, cuando llegues un día a Suecia en Septiembre u Octubre y veas que la calefacción está a 16-18 grados, tranquilidad, que es porque son coleguitas de David el gnomo.

La historia está en que está diseñada para que "en teoría" calentemos la facultad los que estemos dentro, con el calor humano (nunca este término estuvo tan desprovisto de sensualidad) y con el calor que desprenden los ordenadores. Que digo yo en teoría, porque o los suecos hacen más pellas que la leche, o los pc son centrinos (que no, por cierto, porque son Dell como los de nuestra facul).


Algo curioso también es que ¡hay peces dentro! Hay una fuentecilla con un pequeño estanque en la base de las escaleras en la que viven unos cuantos peces de estos de colores, goldfish creo que se llaman (aunque alguno esté un poco decolorao, supongo que será por las radiaciones, jeje) y la verdad es que el sonido de la fuente, compuesta por unos tres o cuatro chorros de agua, es de lo más relajante, no pareces estar dentro de una facultad.



Y amplitud no le falta tampoco. Aquí una foto de la cafetería, chinorris incluído, con el super horario de 9 a 13.

24 de noviembre de 2005

Bueno, hay que darle movimiento a esto

Esque no puede ser, hombre, esto es un no parar. Y claro, luego a mí se me amontona el trabajo, porque la verdad es que han pasado tantas cosas y (a mi juicio) tan interesantes, que me gustaría contar todas, pero ¡ja!, en cuanto crees que tienes un huequecín, ya está ahí la siguiente clase, el siguiente laboratorio, el siguiente curso en una empresa, el siguiente concurso de 24 horas de desarrollo de soluciones cívico-económicas (:D), el siguiente proyecto de creación de redes Ad-hoc en una empresa (:D :D :D), o qué coño, también el cansancio o una fiesta (como la de ayer, muchos más :D), que somos humanos.

Así que bueno, para abrir boca escribo esta entrada, así no se me hace tan duro actualizar de golpe y porrazo luego, que se me van las horas escribiendo turbo-post, y de paso dejo colgado el trabajo ése de Internet por satélite del que os hablé hace poco. Lo dejo en dos formatos, abierto y cerrado, gris clarito y gris oscuro, conocido y por conocer.

Para quien no lo sepa, el link que acabo de repetir tres veces, es un link a OpenOffice.org, una completa suite de oficina. "Ah, pues como el Word", diréis. Pues no exactamente, es incluso mejor, puesto que la descarga es libre y gratuita, al igual que el programa. Supongo que a nadie le importa éste hecho porque nadie aquí ha pagado los 300 euros que debe valer el Word, ¿verdad? Espero que si no lo habéis probado, le déis una oportunidad, estoy casi seguro de que os gustará y acabará por ser el programa que utilicéis para (¿se dice "ofimática"? Qué mal me suena).

Bueno, yo por mi parte me voy cagando leches, que se me ha ido el santo al cielo y tengo que bajar a por Imperiosa, ver si abre el candado, y largarme para clase. Ya escribiré más cosillas pronto.

Links:

Satellite-based Internet (ODP) (éste mola más, es el original)

Satellite-based Internet (PPT) (la conversión no es muy fiel)

12 de noviembre de 2005

¡A Växjö otra vez!

¡Iuuuuaaahhhh! ¡Joder! ¡Hacía mucho tiempo que no me alegraba tanto de que fuese fin de semana!

Y esque levantarse todos los días a las 7, acostándote a las 2, cansa bastante. Tengo esa maldita enfermedad que hace que no note el cansancio por la noche, pero que por las mañanas me acuerde de la maldita película de anoche y me haga prometerme que la próxima, mis 8 horas no me las quita nadie. Ja, ja, la próxima... pero qué iluso. Por supuesto, no hay manera, y acabo la semana con un agotamiento que no es normal. Y esque tengo un ritmo de clases que ¡joder...! Unas cinco horas de clase al día, más lo que hay que prepararse para los laboratorios, más aprender a usar Matlab (que da una pereza...), más tareas domésticas... pues que necesito días de más horas, ¡leñe!

Pues eso, que ayer llegué a casa a las 6 de la tarde, y entre que me preparé la cena y planché un poco, se me echó el sueño encima y a las 8 estaba grogui... y me he levantado a las 6 y media de la mañana, con los ojos como platos, así que me he dicho "¡Arrriba!" y aquí estamos, con el cuart recogidoy haciendo un poco de tiempo.

Bueno, hoy un post rapidito, que me tengo que ir a la estación de tren, a ver si consigo algún billete para Växjö a una hora decente. Esque Bea ha venido a Suecia a ver a una amiga suya, que curiosamente vive en Växjö, el pueblecito tan chulo del que os hablaba hace unos post. Y he pensado que podría estar muy bien ver una cara conocida después de tanto tiempo, así que allí que me voy (aún tengo que llamarlas, son las nueve y media de la mañana, y no sé yo si las despertaré... mejor espero un poco) en cuanto me entere de los horarios.

No sé a qué hora volveré, aunque espero que antes de las 9 de la noche, porque hoy ¡HAY FIESTA! También se agradece mucho una fiesta cuando la semana ha sido dura, y ésta pinta bien. Os dejo el cartel de lo que parece ser una "Strawberry party". No me preguntéis, no tengo ni idea de qué querrán decir con eso de strawberry, aunque estará bien averiguarlo. O_o



Bueno chavalotes y chavalotas, ¡que disfrutéis vosotros también del fin de semana dondequiera que estéis!

¡Recuerdos para todos!

7 de noviembre de 2005

!Qué...! No te lo esperabaaas... ¿eeeh?

Pues no. No se lo esperaba. Lo podía ver en sus ojos, y en esa expresión divertida que sólo los tontos divertidos saben poner.

Allí estaba yo, a las malditas 8 de la mañana, que me da que es la hora a la que me voy a tener que ir acostumbrando a tener clase, con un cable cabrón que me limitaba el movimiento a un metro cuadrado, unas cuantas caras (no había tres del mismo país) que me miraban indiferentes y me regalaban algún que otro bostezo de vez en cuando, y mi powerpoint.

Bueno, powerpoint powerpoint no es que fuera, OpenDocument Presentation para ser exactos, pero vamos, que supongo que esto no es lo importante. ¡Si señor! Uno llega a un país nuevo, empieza a vivir una experiencia increíble, se hace la comida y se plancha sus camisas, y le invade un sentimiento de esos de felicidad tontorrona que le hace cantar mientras pasa el aspirador o se ducha.

Hasta aquí todo bien, no pasa nada, incluso algún bondadoso podría pensar que es normal. La historia se monta cuando uno se flipa y deja que ese sentimiento vaya más allá de donde debe.

Pero empecemos por donde debemos empezar. En una de las asignaturas, tengo un profesor que me cae como una patada en los huevos. Así, sin más, y sin suavizar, porque para qué engañarnos, no va a entrar aquí y si lo hiciera no entendería nada. El caso es que el pobre mangurrián (a partir de ahora será el mangurrián, a falta de un apelativo mejor) es la primera vez que da la asignatura, y para éste tío dar una asignatura debe venir a ser lo mismo que leer una asignatura. El primer día de clase nos soltó un compendio de una serie de materia, muy organizadito, unos 16 temas, por 90 coronas. Al cambio, 10€.

Bueno, vale, te dices, y esperas algún tipo de explicación. "Abrid el cuadernillo por la página 56 y..." ¡tracatrá! ¡Toooma! ¡Una hora y cuarto de lectura guiada, señores! Ahí, con sus transparencias en blanco y negro super cutres. Cógete una asignatura que parece guay para esto, ¡no me jodas! Supongo que al ser el tío tan malo le puso el nombre pretencioso a su clase, Wireless telecommunication systems, para que la gente se animase, porque si no, no lo entiendo.

Bueno, al tema. Después de deleitarnos con su admirable reproducción del texto, subió "un segundito" (ya os hablaré de los "segunditos" suecos) a hablar con el profesor que llevaba el curso el año pasado, que por lo visto le recomendó hacer lo que él hacía entonces. Coges un alumno, coges una sección del cuadernillo, pones un día y una hora, y que el chaval de la clase por tí. No les digas claramente que parte de la nota se van a llevar por hacerlo, y tú dilo sin despeinarte, que no parezca que te pagan por ello.

Y joder si funciona. Hala, repartíos los temas, simpáticos. "¡Yo quiero blutú!","¡Yo quiero la perspectiva humana!", "¡Yo quiero la telefonía movil!"... etc, como si nos dieran caramelos. Pude hacerme a tiempo con un tema decente, "Satellite-based Internet", que me pareció bastante interesante (el blutú me lo habían pillado ya... cabrones) y me serené en mi silla mientras el resto terminaba de meterse galletas para no presentar los temas coñazo.

Cuando hubimos terminado, nuestro mangurrián nos dijo: "Tenemos que empezar el viernes, ¿quién empieza?". Era miércoles. Sólo había dos días de por medio, y no demasiadas ganas. Aquí es donde ese puto sentimiento de felicidad del que os he hablado me la jugó. "Coño, pero no me seáis sosos, que alguien tiene que hacerlo, seguro que tan horrible no es". Por supuesto. El tonto.

"Si es que sois unos sosos, leñe, lo voy a tener que hacer yo..." ¡Cómo me gustan los berenjenales, ¿eh? Tranquilos, que no me arrepiento, soy feliz con estas cosas mías. Total, que como seguramente supondréis, no hice nada el miércoles, porque tenía otra clase, ésta ya más interesante, de la que salía a las 6, y tenía muchas otras cosas que hacer. (La vida de soltero es taaaaan exigente).

Tengo otra puta manía. Ésta mola casi más. Resulta que tenemos unos horarios online (se lo curran) en los que consultar las horas y los días en los que tenemos clase. Pues parece que a mí no hay nada que me guste más que consultarlos a las 12 o 12 y media de la nochede la víspera. Total, que vaya historia, clases de las tres asignaturas a la vez, durante todo el día, la primera a las 8, para dormir bien, y la última a las 5 de la tarde para terminar a las 7. Oh, qué bien. Y mañana a las 8 a presentar el tema que no he empezado a preparar. Bieeen, bieeen, cojonudo.

"Venga Aitor, no seas soso". ¡Claro que no! Dejé de ser soso (y de cenar) a las 11 o 12 de la noche, y me dije, "bueno, tendremos que ponernos ya, no?". Por supuesto, era la primera presentación que me disponía a hacer en toda mi vida. "¿Cómo coño se usa esto? Nos tendremos que mirar un tuto, ¿no?" Hala, para cuando terminé, la una y media. Jajaja, ¡qué sosos eran todos! ¡Aquello era emocionante, joder!

Era tan emocionante que me quedé despierto hasta las seis y pico de la mañana. Esque era mi orgullo, que me gritaba "¡No seas soso y hazlo bien! ¡Que se entere el mangurrián de cómo dar una clase!"... y parece que sirvió. Más de seis horas y media más tarde (¡sin parar ni a mear!, que diría Karpov), 50 diapositivas, con el Google roto y la conciencia tranquila, echaba mi cabezadita de media hora.

"Hala, qué cabrones, se me han dormido unos cuantos. Normal, a ver quien es el guapo que se levanta un viernes a las 7 para escuchar una presentación. Y yo que estoy tan ilusionado... pues me da igual, vais a flipar los que estéis...blablabla", me decía mientras abría mi portátil y les enseñaba mi precioso Genome proyectado en la pizarra. Bueno, allá voy.

Durante toda la presentación funcionó perfectamente el OpenOffice Impress, así que el resto de calidad la puso un servidor. Joder, más fresco no lo podía tener, y la verdad es que le imprimí un ritmo bastante animado y directo a la charla, estoy orgullosete de cómo me quedó.

Mientras exponía todo, desde mi rincón delimitado por el cable de alimentación del proyector, con sus fotos y diagramas que me había costado Dios y ayuda encontrar, contemplaba con cada gráfica y cada dato interesante, cómo el mangurrián abría la boca como sonriendo, disfrutando extrañado de que un alumno se tomara más molestias que él en preparar una clase, y sobre todo con tan poco tiempo. No es que me quiera dar coba, es sólo que después del curro que me pegué, nadie en clase tenemos claro todavía si vale para nota directamente, en caso de que lo haga no sabemos cuanto, y como no quiero sentirme gilipollas por haberme emocionado con esta movida para nada, por lo menos cuento mi versión épica de la historia.

Menudo tocho de entrada me ha salido, ahora tengo que irme a cenar, pero en cuanto suba a algún servidor la presentación (licencia creativecommons, porque yo lo valgo y soy un poco geek) la linko aquí para que si en algún momento de mi vida tengo que volver a presentar una charla sobre internet basado en satélite (ejém), la encuentre fácilmente. A alguno de vosotros, si es un poco inquieto, tal vez le interese también (ejém... ejém... jajajaja... joder, ¡que me muero!... vaaale, vaaale... la dejo porque me da la real gana, ¿ok?)

Saludos a todo el mundo, cuidáosme mucho ¿eh?

1 de noviembre de 2005

Calentando motores

Bien, bien, bien. ¡Qué desatendido he tenido el blog! En fin, esque cuando uno tiene que hacer todas esas cosas que antes se hacían solas (o sea, que los baños al fin y al cabo no se limpiaban solos, el polvo tampoco se limpiaba solo... qué cosas) y a la vez aprieta un poco para aprovechar el tiempo libre que le queda antes de empezar las clases... pues la pereza que da actualizar el blog se va multiplicando cada vez que haces algo chulo que te apetecería contar y no lo pones.

¡Aaaoooohhhh!... (Bostezo) ¿Por dónde podría empezar? Vale, tema fiestas. Resulta que para escapar de la manía sueca de chapar todo a las 2, algunos erasmus (en su mayoría spanish) organizaron una fiesta en toda regla en una casa que en verano alberga el club de windsurf de aquí.


American Pie total, el mar a cinco metros, música all night, bebida barata (2 euros y medio el medio litro de cerveza, que oye, está bien para ser aquí) y un precioso amanecer que en cuanto pueda (la cámara con la que saqué las fotos no era mía) os pongo.
Mucha gente, unos 80, la mayoría erasmus, gente muy maja la mayoría, y un poco desconocida para mí, porque llegué aquí a Suecia un mesecito tarde y la gente había estado en las jornadas de presentación que hubo al principio y yo no. Pero eso mola, nadie sabe de dónde he salido. La verdad es que estuvo bastante bien. Hay otra en camino para el 12 de Noviembre, con temática diferente, ya os contaré (a quien quiera que lea esto) cómo sale. Hete aquí el flyer de la fiesta.


Pff... me pongo a pensar y hay un montón de cosas que tengo que contar, y como no quiero que sea el típico post super largo, mejor lo dejo ya y voy poco a poco actualizando y contando más cosas. Ahora que empiezo la uni y tengo horas sueltas por ahí, seguro que le meto un poco más de tralla a esto.

Saludos a todos, estéis donde estéis, ¡y pasadlo bien! (¿sueno soso, o es que es muy tarde?)

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21 de octubre de 2005

Jeje, estos suecos...

Si esque son de un práctico...


20 de octubre de 2005

¿Qué ha pasado con Carrillo en la Autónoma?

Bien , creo que no me lee demasiada gente, pero no pierdo la fe de que me hagáis un poco de caso. Y es que he leído que Carrillo tuvo gresca en la Autónoma, cuando asistió al acto en el que lo nombraban Honoris Causa.

Me gustaría que si alguno de mis amiguitos autónomos, o alguno de los que se entera de las cosas, no necesariamente autónomo, sabe algo del tema, bien porque estuvo, o porque lo oyó (de estos sabed que me fiaré menos), para que por favor me lo comentara por aquí o me envíe un email o algo con algún link con información fiable. Gracias de antemano informadores míos.

A ver si un día de estos cuelgo fotos, que se me amontonan

Agur!

19 de octubre de 2005

Växjo trip

Sí, Växjö. Suena sueco, ¿eh? Pues ojo con la pronunciación, le pongo mimo, y aun así tengo que repetirlo un par de veces para que los suecos me entiendan cuando les digo a dónde me he ido el fin de semana.

Conocimos a Marcos (lo conocieron otros erasmus spanskas, pero yo no estaba aún aquí) en la cola del supermercado. Conocer gente en el súper, si, a mi también me chocó, pero oye, también es raro que un sueco sea medio español porque su madre se fue a mallorca hace mucho tiempo y conoció a un español con el que le tuvo, no vayamos a sorprendernos ahora con estas cosas. Pues eso, que le conocimos en el supermercado, y como a toda gente que conoces en un supermercado y con los que te tomas un par de birras, pues haces lo normal. Invitarles a tu casa de Växjö un fin de semana, a salir de fiesta y a presentarles a tus colegas.

Ya, a mí también me dio un poquito de palo, porque soy el que menos le conocía (qué coño menos, le había visto una vez), pero el tío, encantado de que fuera. Así que nada, el sábado por la mañana, tras dormir poco después del... ehm... encuentro intercultural de los erasmus el viernes por la noche, al que no suelo asistir porque estoy haciendo vida local con colegas autóctonos, cogimos un tren a Växjö. Fuimos Felipe y Kiko (ambos de Valladolid), Davide (Italiano), Baran (Turco), Marcos y servidor.

¡Qué ciudad tan bonita! Es un poco más grande que Kalmar (80.000 hab) y es la ciudad más importante de la región de Smålands, en la que están ambas. Está rodeada de lagos por todas partes, de hecho, los 200 Km cuadrados que rodean la ciudad, contienen un 38% de superficie de agua. Es precioso, y no os podéis imaginar ahora con el otoño cómo estaba el paisaje. A ver si algún día paso las fotos que hice con mi cámara.

En cuanto llegamos a la ciudad (o pueblo, yo qué sé... al centro) comimos en un McDonalds en el que pudimos disfrutar de una comida desgraciadamente conocida pero ajustada a nuestro bolsillo. Por aquí gustan mucho de probar "El Maco grande" En el McDonalds, una hamburguesa publicitada por alguien parecido al amigo malo de Pancho Villa, bastante grande y que por lo visto es lo que la mayoría de la gente escoge después del Big Mac. Qué cultura tengo, ¿eh? En fin, después de comer, nos fuimos al museo del vidrio. Yo ya había estado en uno, como conté hace tiempo, pero no obstante éste estuvo muy bien porque no sólo cubría el campo del vidrio, sino bastantes otras áreas que me gustó ver.

Dimos una vuelta por el centro, y me flipó la cantidad de tiendas de instrumentos de música que ví. Me enteré de que Växjö es una importante factoría de músicos, y que hay un montón de locales de ensayo y escuelas (aparte de la universidad de música) en casi toda la ciudad. Lástima que me pille lejos, pero pienso volver.

Os dejo una foto que he sacado de google de una calle de Växjö. Ya pondré las mías.


La madre de Marcos vive en una típica casita sueca. Es muy común por aquí que las casas estén pintadas con una mezcla muy antigua que les da un color rojo muy característico, y las esquinas y más detalles están pintados en blanco.

Nota 1: Me explicaron en clase de cultura sueca que era así porque antaño, pintar las casas todas de blanco salía por un huevo y medio, y muy poca gente se podía permitir algo así. Entonces descubrieron esta sustancia que una vez tratada resultaba en el color rojizo del que os hablo, y era bastante asequible. Así que hala, todos a pintar la casa de rojo. Pero aún así, pintaban de blanco las esquinas y detalles, porque ellos lo valían. Para que luego digan.

Bien, una vez llegamos a su casa, su madre nos recibió con una alegría y un encanto de flipar. ¡Qué maja, y qué salero! No sólo nos invito a cenar, a lo que aceptamos medio cohibidos, hasta que vimos el plan. ¡Cocido! Íbamos a cenar cocido, de los de verdad, ¡con chorizo de verdad! Increíble. Así que nada, ayudamos a preparar la cena, como buenos huéspedes, pelando patatas y zanahorias, y hale, a cerrar los ojos y sentirse en casa. La verdad es que nos trataron genial.

Y después, por supuesto, de fiesta. Primero a un club de estudiantes en el que un portero cabrón no nos dejó entrar por no ser de la universidad de Växjö, y después al centro, donde la cosa ya moló bastante más.

Y después a casa en taxi ilegal, por supuesto, guiados por un moldavo mayor lleno de cicatrices. After party hasta las 7 y a dormir. El domingo tranquilito, que si haz fotos y que si da un paseo, que si desayuna, que si qué poca gente en la calle, y hala, tren de vuelta a Kalmar.

A ver cuándo hacemos otra.

17 de octubre de 2005

Ouch!

*Foot note: In Swedish there are 9 vowel ponemes with some difference also in quality between the long and short vowel sounds. In most regional variants of Swedish there are two additional allophones, [ae] and [oe], affected by a following -r-. Short e and ä can be seen as identical. This gives a total of 21 different vowels.


Tela...

13 de octubre de 2005

Suecia 3 e Islandia 1, pero el Pinotage ganó por goleada

Pues sí, ayer Suecia se jugaba entrar en el mundial de fútbol de 2006 de Alemania, y disputaba un partido contra otros que también se las pelan en cuanto al frío que pasan se refiere, Islandia.

Hora y media antes del partido sobre las 6, mi amigo sueco Johan me llamó para ver que tal me parecía la idea de que nos bebiésemos una botella de vino haciendo tiempo para ver el partido. Joder, pues qué me va a parecer, parece mentira, hombre. Con la tontería de ir a hablar con un par de profesores de las asignaturas que empezaré en una semana, se me pasó el comer. Sí, ya lo sé, es raro, y más en mí, pero últimamente parece que mi cuerpo se ha dado cuenta de que estoy de Erasmus y aprovecha mucho mejor la energía, lo que se traduce en que muchas veces no tengo hambre a las horas normales, y debido a eso tengo el horario gastronómico un poco especial.

Total, que no merecía mucho la pena ponerme a preparar algo y recoger el tema, además tenía que recoger la colada (que raro se me hace decirlo), recoger la habitación, y no había tiempo para todo.

En fin, que adecento un poco mi cuarto (que desde que tengo cortinas ya parece un cuarto) y terminé justo a tiempo para bajar a abrir a Johan que ya llegaba. Bajé a abrirle con la idea de irnos a un Systembolaget (ya os contaré) a comprar. Pero hey, ¿y esa botella de vino? No era la primera vez que nos bebíamos una, de hecho aún guardo el doloroso resguardo de la última, pero aquella me pilló de sopetón y con el estómago vacío, qué le vamos a hacer. Entre risas, "mira que canción más chula de reggae sueco", y demás, se nos pasó el tiempo.

El vino era de Sudáfrica, denominación "Pinotage". Sí, parece que no todo va a ser Rioja y Francia en esto de la enología, pero uno va aprendiendo. Y oye, estaba bastante bueno...

Yo hice todo lo que pude, de verdad. Incluso me preparé sobre la marcha un bocadillo de queso la mar de rico y pan con aceite y tomate, a ver si absorbía algo. Pero ay amigo, ay amigo, pareció no surtir efecto, telita con el vinito. Demasiado tarde. Más risas.

Se me ha olvidado decir que aquí se sale los miércoles como si de un sábado se tratase, es decir, es un día tan fiestero como el que más, y ayer precisamente, con el partido, el ambiente era de jolgorio por todos lados. El equipo regional, por cierto, el Kalmar, ha subido este año ha subido a primera, y está todo el mundo desenfrenado. Pues ayer más. Coño, los bares a tope, half price en birra (con lo que se queda a 2.5 euros los 40 Cl, es decir, vaso grande, ejém).

Al fin conseguimos, todo sea dicho, con cierto esfuerzo, salir de la habitación y dirigirnos al bar donde Johan conoce a todo pichi pata por haber trabajado allí, que era donde íbamos a ver el partido. Fue la leche, conocí a un montón de gente, incluso un brasileiro que cuando me hablaba en castellano yo le respondía "what?". Vamos, que genial. Pero oye, un partidazo con unos goles suecos dignos de mencion, y unas cervecitas que no os quiero ni contar.

Cuando se acabó el partido, nos quedamos en el bar, que si jiji, que si jaja, que si otra más, hasta que nos lo cerraron, y yo por lo menos, me marché a casa, que hoy tenía que madrugar.

Eso sí, no conseguí dormirme hasta pasado un buen rato.

9 de octubre de 2005

Imperiosa

Bien, sé que he tardado mucho en actualizar esto, pero he tenido una semana bastante liadilla, por no decir que no he parado en casa, y cuando volvía estaba agotado. ¡Aunque parezca que no, los erasmus tenemos que hacer bastantes cosas!

Pero basta ya de lamentaciones. Hoy es un día grande. Hoy es el día en el que conoceréis a quien poco menos que va a formar parte de mí los próximos meses, quien sin duda me ayudará con mis propósitos, y estará ahí cuando lo necesite, ya haga frío, hiele, llueva o nieve. Seguramente todo esto, e incluso puede que a la vez. Para mí es muy importante. Es una amiga, e incluso algo más.

Sí, ya sé lo que estáis pensando, y sí, es sueca. Sí, es rubia. Y sí, la monto.

Nos conocimos por internet. Nada más tener conexión desde mi habitación (eso fue a finales de Septiembre, principios de Octubre, no recuerdo bien), de las primeras cosas que hice fue buscarme una, y tengo que decir que la competencia era dura. Otras se creían que tendrían más posibilidades que ella por vivir más cerca, pero para qué ocultarlo, cuando se tienen tantas ganas de algo, la distancia no importa, y las virtudes de mi niña dejaban al resto bastante atrás.

Viajé en tren hasta el pueblo en el que ella vivía, que curiosamente estaba bastante cerca del pueblo en el que había estado yo viendo cómo fabricaban cristal hacía poco, y en cuanto la ví delante de mí, supe que tenía que ser mía. Y qué queréis que os diga, aunque a algunos pudiera haberles importado el hecho de que estuviera usada, a mí no me importó lo más mínimo. De hecho, me gusta más así.

Antes de que os rasguéis aún más las vestiduras (que vete tú a saber quién se las iba a rasgar), dejadme deciros que es una maravilla. Se llama Imperiosa, son alrededor de 12 ó 14 kilos de pura rabia contenida esperando una orden mía para cumplirla, no se amilana si la llevo por caminos abruptos, y tiene siete velocidades.

Imperiosa me costó 700 coronas suecas (a partir de ahora me referiré a ellas como SEK, Kr ó ":-") más el billete a Nybro (40 SEK) y los cuernos (90 SEK), que vienen a ser unos 85 € o así, que para ser lo que es, está de puta madre. Es un poco pequeña para lo grandote que soy, pero le he subido el sillín y el manillar y sin problemas, ya estoy acostumbrado y formamos un buen equipo. Es bastante común por estas tierras montar en bici, de hecho casi todo pichi pata tiene una, los carriles para peatones están señalizados para que las bicis puedan circular, y hay aparcabicis por todos lados.

Las bicis nuevas valen todas más de 2.800 SEK (la más barata, este país mete unas hostias...) y eso sin sumarle la parrilla, que te puede salir por un pico. Total, que puedo sentirme un poquito más sueco por un precio más que razonable, de hecho algunos erasmus que han llegado a pagar hasta 1000 y 1200 Kr, y me dicen que Imperiosa es mejor que la suya. Ainsss... ¡es lo que tiene moverse! Cuando aún no tenía internet me acerqué a algunas tiendas de segunda mano, a ver cómo estaba el tema, y madre mía, me intentaban colar unos churros de bici por 1000 Kr de flipar...

En fin, ya estamos juntos, y que dure, que es lo importante. ¿Que por qué Imperiosa? Porque estos suecos son muy raros haciendo las bicis, y donde debería estar el freno de la rueda trasera (en la derecha), está el de la delantera, y donde debería estar el de la delantera no hay nada. ¡NADA! Se frena pedaleando al revés, haciendo que se bloquee la biela y se active el freno de la rueda de atrás que atención... ¡está en el eje! ¡Junto a los piñones! ¡Que están metidos en un tubo de acero! Me costó tanto acostumbrarme a frenar en condiciones que le puse ese nombre. Reíros, reíros, pero cuando tienes que frenar de repente y no estás acostumbrado, tu cerebro echa mano de lo que ha conocido de niño, y entonces de das cuenta ¡de que no hay freno! Puede ser divertido.

Bueno, tampoco quiero extenderme demasiado, así que os la presento oficialmente: Señoras y señores, con todos ustedes... ¡Imperiosa!




28 de septiembre de 2005

Un día movidito!

Bueeeeno, hoy ha sido uno de esos días en los que llegas a casa bastante roto, de los que parecen cundir por dos.

Seguramente será porque he madrugado y a las 7 y 10 de la mañana estaba ya en pie, dispuesto a ir al médico de la facultad. Resulta que ayer salí de casa pelín jodidillo. Me estaba duchando tranquilamente y cuando llegó el momento de lavarme la cara, al ir a limpiarme los oídos, noté algo raro. Concretamente dejé prácticamente de oir por el oído izquierdo. No le di mucha importancia, y pensé que en cinco minutos se me destaponaría. No fue así, fui al médico de la facultad pero no estaba, y me pasé todo el día sin oir. Fue bastante desagradable (aunque un poco cómico también, jeje), no sabía por donde venían los sonidos, me costaba tragar y me dolía cuando lo hacía. Nada recomendable, vamos. El caso es que me dijeron que esta mañana estaría, así que me he levantado pronto para ir allí.

Nota: En Suecia también saben hacer Fordwards! No he durado 5 minutos en la consulta, me ha dicho que me fuera a un médico del pueblo a las 6 de la tarde, y me ha escrito la dirección en un papel. Así que me he ido a toda leche a la parada de tren.

A la parada de tren? Si, porque resulta que hoy hemos ido de excursión (sí, como suena. Y sí, me dan créditos) a un pueblo cercano que se llama Orrefors, en el que se concentran un montón de fábricas de cristal, que por lo visto desde 1930 vienen siendo una referencia mundial en lo que a innovación en la fabricación de cristal se refiere. Así que hemos (todos los de la clase de Cultura sueca y yo) dado una vuelta por varias fábricas y museos de cristal, y ciertamente ha sido bastante interesante, no imaginé que sería tan chulo. He sacado alguna fotillo, que ya pondré por aquí.

Y después de llegar de la excursión, al médico. Ha sido toda una liberación poder volver a oír. Ha sido como descubrir un mundo nuevo, me ubicaba, cuando hablaba era el de siempre... aghh... toda una gloria que se ha merecido una cerveza con meatballs (una especie de albóndigas wenísimas), patatas y alitas de pollo, a modo de merienda-cena con un colega improvisado antes de venir a casa a escribir esto. Por cierto, menos mal que tenía la tarjeta sanitaria europea, sólo he pagado 15 euretes, porque si no, me hubiera tocado pagar mis 100 por un jeringuillazo de agua en todo el tímpano..

Dije que hoy era uno de esos días en los que llegas roto? Umm... pues a pesar de eso, creo que voy a salir a dar una vuelta, jejeje, me ha entrado el gusanillo al escribir... qué queréis que le haga, escribir da sed!

Saludos a quien lo lea!

26 de septiembre de 2005

Mi primera semana en Suecia!

Hola a todos!!!

Qué tal, cómo va eso? Bueno, pues escribo este post desde la facultad, en un ratito que he encontrado entre clase y comida (intentan europeizarme, pero de momento insisto en comer a horas españolas) porque es cuando la biblioteca está un poco más accesible. pero bueno, al grano.

Llevo una semana aquí y se me ha pasado en un tris, como quien dice, a pesar de que casi no he parado. La verdad es que no me esperaba que esto fuese tan bonito, ni tuviese una historia tan interesante, ni que la gente fuese tan amable. Y casi todo el mundo habla inglés (y donde digo casi todo, diría todo si no fuera por una señora estirada que me encontré en el banco), algo sin lo que la vida no sería tan facil para un erasmus aquí.

Básicamente he pasado la primera semana intentando hacer que mi habitación dejase de parecer una habitación de hotel para convertirlo en un sitio donde vaya a molar vivir el tiempo que me toque. Joder, esque no tenía casi nada! Una cama, una silla, un sillón, cajones, la luz del techo de la entrada, la cama en sí, un armario y el baño. Ni una lámpara, ni cortinas, ni nada! Así que me he hecho el caminito que separa mi habitación del centro comercial y del centro unas cuantas veces, y ya va tomando forma. La verdad es que me quejo de vicio, de momento estoy muy contento y no necesito el Ritz. Después de escribir esto seguramente vaya a comprar unas cortinas y una colcha. A ver si cuando esté mostrable hago unas fotos.

Por cierto, que para ser un sueco de verdad, voy a tener que comprarme una bici, porque aquí todo el mundo va en bici de aquí para allá, y ya he mirado algunos sitios de segunda mano así que pronto volveré a montarme en una desde hace unos 5 años! Menos mal que estas cosas no se olvidan, o eso dicen...

Otra cosa que me ha chocado una barbaridad, es el tema de fumar. NO SE PUEDE FUMAR EN NINGUN SITIO!!! Joder, pero esque ni en mi habitación! Así que mi intención de fumar menos, me ha venido de forma automática. Cuando veo a los suecos salir de un bar para ir a chupar frío (y eso que de momento no hace mucho) a la calle para fumar un cigarrillo, y yo con ellos, claro, flipo. En España, antes una guerra civil que hacer eso, no?

Por otro lado, estos suecos saben mucho, y tienen una especie de tabaco especial que se mete debajo del labio, y te quita el mono. No lo cuento porque vaya a "usar" eso a partir de ahora, me dieron a probar y lo encontré asquerosete y sin sentido, sino porque Suecia es el único país en el que es legal. Supongo que nuestros amigos de la Phillip Morris no estarían contentos si la gente pudiera utilizarlo en todo el mundo para dejar de joderse los pulmones fumando tabaco tradicional (me estoy saliendo del tema, por cierto).

En cuanto a salir, por si alguien quiere saberlo, Suecia ya me ha dado la bienvenida, con una surrealista experiencia por cierto, de lo más divertida. Con deciros que salí el viernes a las 11 de la noche de casa, y llegué a las 10 del sábado, vale de momento. Ahora ya sé un poco más cómo son los suecos/as en el tema de salir de fiesta, y la verdad es que se lo montan bien, pero diferente. Esto requeriría un post por sí solo así que por ahora lo dejo.

Aparte de eso, no cuento mucho más por ahora, que ya me he extendido demasiado. Sólo deciros que un día de estos me daré una vuelta con la cámara para que me creáis cuando os digo que esto es chulísimo. Ya nos leemos, gente.

Saludos desde Suecia!

20 de septiembre de 2005

Ya estoy aquí

Esto es un cachondeo! Pero si se supone que no llegué a enviar esta entrada!!! Escribo desde la facul, y está a punto de cerrar, justo igual que ayer, porque me tiro todo el tiempo que tengo disponible enviando mails del maldito Javier Aracil, a los profesores de aquí, a una señora que quiere acogerme en su casa, y a mi madre.

Bueno, creo que soy el último en salir de la biblioteca, Spain is different suequitos míos, ya os acostumbraréis. Bueno... yo me voy que el de seguridad acaba de pasar.

Jejeje, mañana prometo dedicar tiempo para escribir una entrada decente! Cuidáos mucho mientras tanto!

PD: Anda que... menudo post inaurugal.

31 de agosto de 2005

Friki nuestro, que estás escondido...

Bien... que cosas tiene el friki medio... navegando por estas redes nuestras, me he encontrado con la firma de un personajillo que reza más o menos así:

"Pc nuestro que estás en las redes
santificadas sean tus piezas
vengan a nosotros tus gigas
haganse tus copias
en el clone como en el nero
danos hoy el e-mail de cada dia
perdona nuestros game-over
así como nosotros perdonamos
a los que nos fragean
no nos dejes caer de sueño
y líbranos de microsoft
Amén."

- Friki estándar.

En fin, yo me limito a postearlo aquí para que todos seáis conscientes de lo cerca que está el fin del mundo y nuestra sociedad tal y como la conocemos.

18 de julio de 2005

Grecia!!!

Siiiiiiiiiiiiiiiiii...!!! Me voy a Grecia! Oeee, oe oe oeeee, que ilusión y que ganas tan grandes. Y si, son las cuatro menos diez de la mañana, y lejos de estar revisando el contenido de la mochila que probablemente me arrepienta pronto de llenar tanto, estoy aquí tecleando para que si alguno de vosotros, ansiosos por devorar alguno de mis post, es decepcionado por el poco movimiento que probablemente tenga el sitio, se acurruque en la excusa de que me voy a pasar 16 días lejos de cualquier ordenador, a combatir la naturaleza griega (y a sus mosquitos, que miedo me dan), para comprender que no voy a poder poner nada en dicho periodo.

Pero bueno, eso tampoco es importante. Lo importante es que me voy a desconectar de todo lo feo, y a traer la cabeza y el alma bien limpitos y llenos de lo bueno. El cuerpo, me temo que no correrá la misma suerte, espero que me llegue el desodorante.

Bueno gente, es momento de irme yendo. Un abrazo a todos, ya subiré alguna fotito!!!

Pasad buen verano, ya os marchéis o quedéis, disfrutad de él todo lo que podáis!

14 de julio de 2005

El bar de Moe

El otro día tuvo lugar una reunión pre-griega en casa de Chalo. Tras debatir pseudo-arduamente diferentes asuntos relacionados con la relación y orden de islas a visitar, puntos y modos de pernoctar, y maneras de llegar a los destinos, decidimos que ya estaba bien de condicionar con barreras mentales artificiales nuestro itinerario por el archipiélago, o en otras palabras, que estábamos cansados de pensar. Así que abogamos por el momento dejar nuestro itinerario y modus vivendi en manos del libre albedrío y del Dios de las pequeñas cosas, que también puede encontrar su traducción en que decidimos irnos por ahí a celebrar el cumpleaños de Rodrigo y dejar las cosas como estaban.

Mira que he vivido años en Padre Damián, ¿eh?. Concretamente 3. Pues no se me había ocurrido nunca antes salir por la zona, siempre había colgado etiquetitas de "Para viejos", "Pretencioso", "Aburrido", "Pufff... disco chunga", "Súper caro", "Qué pijín"... etc a los locales que por allí puede uno encontrarse. Afortunadamente mis prejuicios no estaban del todo fundados, algo que pudimos comprobar cuando pusimos un pie dentro del bar de Moe.

El bar de Moe es un local situado en Alberto Alcocer, hace esquina con la siguiente paralela a Padre Damián viniendo de la castellana, y está situado burlonamente cerca de mi anterior casa. Es un bar moderno, podría llevar colgada media etiqueta de "Pijín", pero no era esa la impresión que a uno le da cuando entra. Es la que le da cuando le cobran 4 euros por una cerveza. Está bien, es de importación, pero son 4 euros.

El truco. El bar de Moe no hubiera ofrecido por si solo, ni con la ayuda de su mesa de billar, su fantástico aire acondicionado y sus luces de neón rosas y azules, aliciente suficiente como para emplear en él más tiempo del que nos hubiera llevado acabar con nuestras Coronitas, Murphys, o Schweppes de limón (ay... Chalo, lo que te estás perdiendo) correspondientes. Pero no, aquel local se reservó una mano de poker entera en la manga. Aquella mano ganadora estaba compuesta por un bajo, una guitarra, una batería, una armónica, y voz.

Blues. Ese género músical nacido en Misissipi en los años 20 y 30, que servía de ahogado escape a los esclavos negros que recogían algodon y sufrían las penurias implícitas de la esclavitud y una sociedad inculta, cerrada y agria. Bien, en el bar de Moe, esa noche había un concierto gratis de blues, seguido de una "Jam Session". Para quien no lo sepa y me lea, atributos bastante poco compatibles (porque seguramente no me lee ni el tato, no por otra cosa, pero tranquilos, que lo explico) una "Jam Session" es una actuación musical libre en la que participan músicos espontáneos/voluntarios improvisando sobre una base general, que suele quedar bastante resultona.

Lo que en un principio resultó ser un "vamos a verlas venir", se convirtió en un "dame más, dame más, dame más..." en el sentido musical de la palabra. Aquellos cabrones, primero en su concierto, y a lo largo de la jam después, se encargaron de llamar a todo pichi-pata al escenario (gente rara y loca entre ellos, por supuesto), para intentar, entre todos, convencerme de que no tenía sentido intentar seguir tocando la guitarra. Ni la armónica. Pero esque ni cantando, joder, qué nivel tenía la peña en aquel bar. Hasta el que se encargaba de vaciar los ceniceros tocaba de puta madre. Pero jajaja, no lo consiguieron, soy más terco de lo que esperan... ¿no?

En fin, sea como fuere, y una vez hubo acabado el concierto, decidimos que sería buena idea echar una partidita de billar. O eso pensamos, porque lo que en un principio iba a ser una partidita (a 2 euros la puta partida ya podía ser partidaza), se convirtió en una serie de "Bueno, la revancha, ¿o qué?", que no tenía visos de terminar. Entonces apareció Cristian.

- Hey chavales... osea, que superpartida, ¿no? - Chalo y Miguel nos acababan de ganar la última partida, lo que convertía el encuentro en un empate técnico.
- ¿Eh? - pensando "Perdona, ¿es a nosotros?"
- Digo, que qué partidaza... Oyess, ¿no os importaría jugar contra éste y su amiga una partidita, no? Invito yo, no passa nada hombre, la noche tiene stas cosas ssabeis... Y a vosotros dos... os invito a una copa, que os he robao los amigos, ¡la hostia! - Se dirigía a Rodrigo y a mí.

Cristian era una mezcla de Torrente, Borjamari y Karlos Arguiñano, que por lo visto había salido aquella noche medio obligado, de la mano de su amigo. Que por otro lado se casaba dentro de 12 días (se tiene que haber casado ya, digo yo) y había conocido a esa chica esa misma noche.

- Jajaja, a ver si se la folla ya, joder, ¡la hostia!, que me tiene mareao... ¡Jajajaja!... paquí pallá toda la noche que si tonteo que si no... ¡Jajajaja!...

A todo esto, Rodrigo sujetaba su cubata y yo el mío, todo por supuesto a cuenta de nuestro benefactor, que resultó ser un abogado de Ya.com que trabajaba en la red albura, y ya que estaba, nos orientó profesionalmente entre trago y trago. Nos contó su vida.

- Allí en el norte está la cosa muy mal, joder, muy mal... Que no puedes salir a la calle con un polo de estos con la banderita, ¿sabes? Que te miran mal y la hostia, ¿sabes?. Mira, yo vivo en Neguri (para quien no lo sepa, como la moraleja de Bilbao) y te digo que es una mierda, te miran mal y te llaman por tener la banderita. Las tías, mas estrechas que la hostia, y aquello entre semana stá muerto... esto sin embargo es la hostia, ¿sabes?...

Y así siguió Cristian, contándonos sus aventuras mientras nos imaginábamos a Chalo y Miguel jugando al billar con la parejita al lado liándose, hasta que no hubo más de que hablar, se enteró de nuestra edad, y nos dejó ir. Para entonces ya no había ni rastro de nuestros amigos, nos habían abandonado como perros, y sin saber si el analgésico había sido la conversación alucinógena con Cristian o los cubatas en sí, nos dieron las cuatro y cuarto de la madrugada... Pensamos quedarnos por ahí a ver si había algo que hacer pero éramos los únicos en zapatillas allí, sólo terciaba ir planeando nuestra retirada. Además, la noche ya había dado bastante de sí.

No he podido volver al Bar de Moe, pero estoy bastante seguro de que lo haré, y desde aquí, pese a la posibilidad siempre a tener en cuenta de toparos con más Cristians (o derivados, tamblad) os animo sinceramente a que os deis un garbeo por ahí un martes o miércoles (martes blues, miércoles jazz) y me contéis que tal. Nos vemos

PD: Al principio pensé ser más sádico con el personaje de Cristian, pero lo que ha quedado en el recuerdo es la parte bonachona y tontorrona que no me apetece demasiado deformar. Sea como fuere... menudo elemento, ¿en manos de gente como ésa está nuestro futuro?

24 de junio de 2005

F de Funcionario (o de Forward)

"Oye, qué bien se está en la calle", me decía a mí mismo camino de la Escuela Oficial de Idiomas. La mañana era clara y el sol se dejaba acompañar por el viento para envolver las calles en un agradable manto invisible, que hacía más llevadera toda carga. Bueno, toda no, aquella maldita mochila pesaba como ella sola, y el pobre pringado que cargaba con ella era únicamente yo. Pero ya estaba llegando.

Había salido de casa bastante ansioso, más bien para poder caminar y dejar así de calentar mis neuronas (el caso era demostrarme que las hijas de puta sabían trabajar, aunque cuando y como les daba la gana) con historias de la facultad y sucedáneos. Durante la primera mitad del camino de mi casa a la EOI el truco funcionó, y pude distraerme con el cielo de madrid y sus nubes, sus calles y sus gentes (algunas de las cuales con realmente poca ropa, distrayéndome especialmente). Pero como digo, cada vez que me acercaba más a aquel desparpajo de organización, calidad de enseñanza, trato al alumnado y mobiliario ergonómico que es la EOI, el sosiego relativo duramente alcanzado tras kilómetro y medio de "ahora el izquierdo, ahora el derecho, ¡mira!, cruza, quieto, ¡corre!" y demás, se estaba viniendo abajo.

Me acordé del puto listening. Me imaginé al encargado de las cintas que contenían la prueba frotándolas a conciencia con un imán, las venas marcadas por el esfuerzo, preguntando "¿Ya?" periódicamente a su superior, que balanceándose en su silla con los pies apoyados en la mesa mientras leía el periódico fumándose un puro, le respondía mediante gestos: "Un poco más". Qué horror de sonido, hay que joderse que en 2005 tengan que hacerse los listening como en 1970. Pero bueno, fue para todos igual y no es plan de ponerse en plan mártir. Lo cierto es que si bien me sorprendí a mí mismo no cambiando de opción a desarrollar en la prueba escrita a 20 minutos del final, como en todos los exámenes que había hecho hasta entonces, el listening me rompió en dos.

No te jode, como si lo normal fuera encender la tele, poner la BBC, y encontrarte a Mohhamed Wagner, nacido en Marruecos, de padre alemán y madre húngara, viviendo en Nueva York desde hacía cuatro años, intentándote hablar de un pueblo perdido de Escocia imitando a los lugareños con una tormenta eléctrica de fondo. ¿Se puede saber para que cojones, oh visionarios educadores nuestros, quieren ustedes que extraiga datos de esa maldita grabación? Se dan cuenta de que encontrarme en una situación tan estrambótica en la vida real es bastante improbable, y que a la gente de carne y hueso basta con pedirle que repita lo que ha dicho?

Llegué finalmente a la EOI, ya autoconvencido de que había pinchado en el listening, y subí nervioso las escaleras hasta la segunda planta, medio corrí hasta el bloc de hojas taladradas con el listado de alumnos presentados y lo abrí torpemente. Busqué mi nombre... volví a buscarlo... otra vez... y otra vez... "Hmm... igual estoy en exámenes de libre por algún casual...", me dije, pero tampoco. Allí no estaba yo por ningún lado. Por suerte, rondaba por allí un tipo de unos 38 años con barba cana de 3 días y gafitas a lo Lennon la mar de simpático que enseguida se preocupó por mi situación:

- Hola, ¿qué te pasa?
- Hola, pues verás, que hice el examen, y no aparezco en las listas por ningún lado.
- ¿Seguro? ¿Has mirado bien?
- Si...

El tipo me arrebató el cuadernillo de las manos y se puso a manosearlo aún más torpemente que yo:

- A ver, dejame ver... ¿Cómo te llamas?
- (¿Qué coño está pasando aquí? Ya me he mirado yo...) Aitor... Fernández.

El tío se puso a rebuscar entre las hojas, y se detuvo en una de ellas, señalando una línea:

- Hmm... pues no estás, no...
- (¿¿¿???) ...
- Pero mira tío, yo he aprobado, soy este de aquí...
- (¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿???????????????) ... ¿Eh?
- Si, joder... qué ilusión, pensé que no iba a aprobar... el listening ha estado justito... no me lo puedo creer...

Aquel no era un tipo la mar de simpático. Era un cabrón sin móvil con el que llamar a su mujer, a los compañeros de trabajo (que amigos, lo dudo), a los hijos, a los padres, a su hermana y a su cuñado para contarles que había aprobado, y tenía que pagarlo conmigo. El que no podía creérselo era yo, así que me fui alejando lentamente, y ya convencido de que yo no estaba en ese cuadernillo, llamé a la puerta del departamento de inglés.

- Toc, toc, toc...
- Pssst! Pssst! Oye... - Era Sinmóvil.
- Si?
- Tu sabes lo que hay que hacer cuando apruebas para que te den el título?
- (Mira que eres hijo puta...) Lo siento tío, yo de eso ni idea. - Y volví a darme la vuelta hacia la puerta.

El despacho estaba más cerrado que un cero, así que bajé a conserjería. Y allí estaba ella. Empatizando con los sufridos alumnos, agobiadísima, viva imagen del funcionario eficiente, la mujer tras el mostrador leía el '¡Qué me dices!', pasando las páginas con la mano izquierda mientras se soplaba las uñas recién pintadas de la mano derecha.

- Buenos días, verá, hice el examen de aptitud de 5º y no aparezco en las listas...
- ¿Seguro que lo hiciste?
- (No puede estar preguntándome esto...) Sí...
- ¿Y pusiste enseñanza oficial?
- Sí, creo que estaba todo en orden...
- Ah, pues tendrías que hablar con algún profesor de la asignatura. Es un error suyo
- ¿Dónde puedo encontrar alguno?
- Ni idea. ¿Has mirado en el despacho?
- Si, no hay nadie.
- Pues ni idea chico. Mira a ver cuando hay más exámenes de inglés porque entonces probablemente haya alguno en el despacho.
- El último era ayer, y ya no hay más hasta septiembre...

Se encogió de hombros, hizo una mueca y miró a otro lado.

- (¿¡Entonces yo que hostias hago, se puede saber!?) Bueno... ¿entonces?
- (¡Que pesado, joder!) Vete ahí enfrente, a secretaría, a ver si te ayudan.

'Click!', primer Forward. Ya me veía como una pelotita preparada para rebotar de ventanilla en ventanilla impulsada por petacos en una máquina de pinball... pero ya me había preparado al verla, uno no es ningún aprendiz. Y no tenía nada mejor que hacer, así que allí que me dirigí. Por suerte no había cola.

Entré en una gran sala con cuatro Forwards sentados en sus mesas. Miré, y casi se me escapa una carcajada. De los cuatro, tres Forwards tenían un cartelito con letras rojas en el que podía leerse: "1- Fuera de servicio", "2- Fuera de servicio" y "3- Fuera de servicio". Me imaginé la conversación:

- Hola, ¿qué eres?
- Hola, soy una máquina.
- Hala, ¿y qué haces?
- ¿Yo? Redirijo e imprimo.
- ¡Hos-tia! Oye pues...
- Pero ahora no funciono, estoy con www.marca.com
- Aaah... perdona ¿eh?
- Hasta luegoooo...

Afortunadamente, "4-Espere su turno" sólo tenía que procesar una pelotita antes que a mí, así que no me tocó esperar mucho.

- (Todo el rollo)
- Ah, si, verás... tienes que ir a conserjería... a que te miren en el fichero desde ahí - 'Click!' , Segundo Forward.
- De ahí vengo, me han mandado aquí.
- Ah... entonces tienes que ir a dirección, y cuéntaselo a ellos - y 'Click!', Tercer Forward en tres minutos. Este verdaderamente era muy bueno en esto.
- Bueno, pues hasta luego.

Llegúe a la puerta de dirección, y me encontré con algo para lo que no estaba preparado. Narré mi odisea académica, y me preparé para un Forward a mi casa a esperar la revisión. Pero cuál fue mi sorpresa, al encontrarme una encantadora anti-Forwards que escuchó mi, debido a las repeticiones ya monótono discurso, con una sonrisa. Hizo una llamada de teléfono, miró unos papeles y me dijo:

- ¡Eso no puede ser! ¡Vamos a ver cómo lo arreglamos! Ven conmigo.

Me pellizqué. Pero no, esa mujer era real, ¡se estaba preocupando por mí! Y ahí estaba yo, subiendo las escaleras, detrás de aquella locomotora burocrática, en pos de la verdad. Llegamos a la planta en la que estaban las listas colgadas, y no habiendo mucha gente, pudimos acceder a ellas con relativa facilidad. Pero antes tuvimos que despegar a Sinmóvil, que seguía allí diez minutos después, haciéndose todavía su paja delante de las listas mirando su nombre y siguiendo con la mirada las celdas de la tabla hasta llegar al 'APTO'. "Que fuerteeeee... que fuerte, que fuerte... justito, pero dentro...".

- Pues aquí faltan 4 ó 5 clases enteras, chaval, vamos a tener que mirarlas abajo.

Mis dudas se esfumaron. Aquella mujer era mi angel de la guarda. Bajé con ella, esperé a que terminase otra llamada, y después a que bajase a por las llaves del cuartito en el que estaba el ordenador con la base de datos central. Cuando finalmente mi precioso ángel volvió volando de la infernal conserjería, gesto triunfal y llave en mano, entendí perfectamente que existían varios niveles dentro de aquel edificio, y por lo que parecía, mi ángel era muy dificil de Forwardear.

Una neblina blanca envolvió entonces el cuartito, mi ángel levitó hasta el sillón, y tras unos tensos segundos de divino 'ten con ten' informático-angelical, la voz más hermosa que he oído en mi vida penetró directamenteen de mi cabeza para felicitarme por mi aprobado.

Era cierto, lo estaba viendo yo mismo, un 15 sobre 30 en el listening del demonio me abría las puertas que mi subconsciente me había estado avisando serían difíciles de abrir. Pero allí estaban, y tras despedirme de mi ángel particular comprendí que aquellas puertas eran las de dirección, las abrí, y salí de allí.

Bajé a conserjería. Notaba mi aura transformada, como si algo hubiera cambiado dentro de mí. Y así debía ser, porque cuando me dirigí a la señora tras la ventanilla, dejó de mirarse sus recién pintadas unas y escondió el '¡Qué me dices!' como accionada por un resorte.

- Verá, cuando se ha aprobado quinto, ¿qué hay que hacer para que le den a uno el título?
- Err... esto... hmmm....

No se si fue la fórmula de la pregunta o el recién adquirido poder espiritual, pero ella notó algo, yo era el mismo capullo de hace diez minutos y sin embargo noté como se debatía internamente por forwardearme, pero todo le resultó inútil.

- Toma este papel, rellénalo, y llevalo a secretaría - 'Click!' Era realmente buena.

Mierda, ¡otro Forward! Pero aquél no había sido inútil del todo, me había llevado premio. Rellené el formulario aquel y fui directamente (ya no había nadie) a hablar con "4-Espere su turno":

- Verá, quería el título de 5º. Aquí tiene el formulario debidamente cumplimentado.

Algo falló en "4-Espere su turno". De la habitual función de redirigir, pasó carraspeando (¿bug?) a la de imprimir, imprimió un justificante/resguardo de mi paso por aquella casa de locos, y volviendo a su función habitual, me forwardeó de nuevo al próximo viernes.

Esta vez lo acaté con gusto. Era el último que esperaba recibir de nadie de aquel edificio en mucho tiempo.

Y tal vez, si alguna vez volvía a oir alguno, sonaría más parecido a nachsenden, o incluso a sashidegamashii.

22 de junio de 2005

Son 120, Jefe

Eran las cinco y media de la tarde de un día hasta el momento horrible. Por la mañana, los profesores de Estructuras de Datos II me habían regalado una réplica de la polla de Nacho Vidal y un bote de vaselina que caducaba en Septiembre, con una sonrisa. Concienciarme para lo que me esperaba me había robado la noche anterior casi por completo, sin pararme a pensar que tal vez los profesores que me iban a examinar de la prueba oral de 5º de la Escuela Oficial de Idiomas dentro de una hora se hubieran merecido también cierta consideración y un poco de respeto.

Las piernas me flojeaban, era incapaz de mantener mi pensamiento en un solo asunto por más de un minuto y el calor apretaba como si al sol nunca antes le hubieran dado la oportunidad de inaugurar un verano. "Joder Gallardón, qué lejos llegas", pensé, imáginandome al alcalde sentado en una mesa frente a Lorenzo Buendía, abogado del Astro Rey, intentando llegar a un acuerdo para elevar la notoriedad de la capital en estos días inciertos y así tal vez llamar la atención de algún despistado miembro del comité olímpico. Que debia ser lo único que quedaba por hacer, después de toda la magia potagia que había aprendido a hacer con sus cuentas bancarias, por cortesía de todos ustedes y El Corte Inglés. "Se van a joder, estos parisinos. Toma ciudad de la luz. Ahora qué? Eh?"

Así que, sin poder soportar el bochorno un minuto más, aproveché el tiempo libre que tenía antes del examen, abrí la puerta del bar, me senté en una banqueta y pedí un café. Con leche, por supuesto, ya me conocéis. Aproveché mientras lo preparaban para bajar al baño. Me siguió una muchacha de bastante buen ver con una caja de botellas en brazos, directa al almacén, canturreando alegremente un flamenquillo. Al escuchar la canción, me giré y la miré, ella me miró también y me sonrió. Le devolví la sonrisa y entré al baño. "Ojalá todo el mundo supiera cantar mientras trabaja" pensé para mí. Aquella chica me había alegrado la tarde.

Cuando subí, el camarero estaba terminando de echar la leche en la taza. El ambiente sobrio del bar me impidió, aún no se por qué, pedir otro azucarillo. Abordé mi banqueta, me apoyé en la barra, me quemé un poco con el café y bendije el chorrillo de aire acondicionado que estratégicamente dirigido, apuntaba directamente hacia mi cara. El dueño del bar y el camarero tomaban café también en una mesita junto a la puerta, en el momento en el que un joven (tendría mi edad, no sabía como llamarle) con pantalones anchos y camiseta sin mangas entró en el bar. Tenía pintillas de makoki, y miraba a todos lados como quien analiza la situación antes de comerse el mundo.

- Jefe, que buenas, que verá, que soy el hijo del afilador, que me manda pa ver si tenía usté algún cuchillo ca filar...
- El hijo del afilador dices? Pos no te conozco yo a ti.
- Si, tamos con el coche ahi fuera, haciendo la ronda. Quie que lafile algo?
- Bibi, ties algo pa este muchacho?

El cocinero se levantó, atravesó la barra y entró en la cocina. Gritó desde dentro:

- ¡Si, tengo aquí unos cuantos cuchillos que parecen martillos! - bromeó.
- Estupendo jefe, se los dejo yo que parecen espás japonesas, se lo digo yo.
- Toma los 8 cuchillos, y afílamelos bien, sobre todo el jamonero, como te lo cargues no te pago, ¿entendido?
- Usté no se preocupe jefe, yo se los afilo.

Salió del bar con el arsenal aquel que me dejó los pelos de punta. Cada cuchillo debía ser del tamaño de mi brazo, y la visión de aquel chaval con la cadenita de oro, los andares "aquí estoy yo", las gafas de Beckham y la posibilidad de degollar al real madrid utilizando un cuchillo por persona me hizo dar un sorbo temblequeante al café.

- Pues cuando yo trabajaba allí - Bibi señaló hacia arriba en la dirección de la calle - Un día vino uno que también decía que afilaba cuchillos, y cuando quiso cobrar, pedía 45.000 pesetas...
- 45.000 leches. Vamos, viene ese pidiendome más de 50 euros y lo mando a tomar por culo. Amos hombre, pa bromas estamos aquí... no te jooode!

Y así, entre historietas sobre "A tocarme los cojones a mí...", "Piernas por delante...", y "Si hombre... a otro tal vez, pero a mí te digo yo que no...", me terminé mi café. Me encendí un cigarrillo, por aquello de que estando de exámenes uno se puede permitir ciertos caprichitos (y si el jefe era un tipo duro, no iba yo a ser menos, ya ves tú, ahí estaba mi cigarro... no te jooode!). Al rato apareció Jack el destripador con las herramientas relucientes y los filos repasados, que se dirigió directamene a la barra y las soltó estrepitosamente. Jefe pasó detrás de la barra, abrió la caja registradora y le preguntó cuánto le debía. Jack se sacó del bolsillo trasero del pantalón una hojita semitransparente de papel, que entregó a Jefe. La desdobló.

- Qué es esto?
- La factura, Jefe.
- Ciento veinte euros, me vas a cobrar tu a mí?

Me hubiera imaginado el regateo y la amenaza de llamada a la policía, de no haber visto al Richi, al Jona, al Milio, al Jose, al Checho y al Diego entrar uno por uno en el bar y ocupar posiciones estratégicas. Había llegado la familia.

El Jose y el Milio se bajaron al baño, el Jona y el Richi se apoyaron uno en la puerta y el otro en la otra barra, y el Checho y el Diego se colocaron detrás de Jack (que por supuesto, como el avispado lector habrá imaginado, era el menor de todos) y se cruzaron de brazos. La pareja de jubilados que se encontraba en una mesita y que junto a mí componía toda la clientela del bar, hundieron sus caras en sendas tazas de café. Yo pegué a mi cigarro una calada y me giré para observar la escena (me lo podía permitir, ya que estaba claro que era duro).

- Jefe, me ties que pagar.
- Tu no mabia dicho quera tan caro, al que viene siempre le pago 3 euros por cuchillo, esto no te pago yo a ti.
- Usté a mi no me conoce Jefe, usté me tenía caber preguntao, ca uno tenemo nuestros presios...
- Que es un timo y no te pago, y yastá. Si quieres toma 30 euros y dejamos las chorradas.
- Que me pague los 120 euros Jefe, 8 cuchillos a 15 la pieza.
- Anda ya te via pagar yo 20.000 pelas... - E hizo ademán de coger los cuchillos.

Checho y Diego dieron un paso al frente, y Jack Beckham cogió los cuchillos por el filo recién afilado. El cocinero miró al camarero, el camarero miró al cocinero, el cocinero me miró a mi, yo miré al camarero, después al cocinero, éste ya no siguió el juego y se metió en la cocina. Los vejetes lanzaban miraditas fugaces a través de los espejos. Abandonado, el camarero hizo como que limpiaba una ya reluciente barra, y observó la escena. Pero allí no había mucho más que ver.

Jefe soltó los cuchillos. Resignado, hizo sus cálculos, y sacó un par de billetes y unas monedas.

- Son 120, Jefe.

- Y cuánto hay ahí? Ah ah ah, vale. - El pobre hombre no podía más. Cogió las monedas, abrió una vez más la caja y le entregó un billete de 20.

- Muchas gracias Jefe. Venga, vamonos.

El exótico equipo abandonó el bar casi en formación, dejando un mudo servicio y unos clientes más que flipados. Yo, que me había terminado el cigarro durante el incidente, no era ya lo suficientemente duro como para quedarme mucho más allí, y tenía que dejar a aquel pobre hombre allí solo para que pudiera digerir aquel bajo golpe (y algunas palabras) más tranquilamente. Sentía una profunda rabia, pero no podía hacer nada. Pagué. Mientras me iba, escuchaba al camarero que me decía:

- Ese por aquí no vuelve. Pero ha sido mejor así. Esos si quieren liarla, te la lían y gorda. Es sólo dinero... el dinero... ya ves tú...
- Cuánta razón tiene - Le respondí con una sonrisa escéptica y empática.

Por lo menos aprendí a considerar el precio de las cosas antes de proponérmelas, algo que si uno saca de contexto, puede convertir en una valiosa lección.

Mi examen estaba a punto de comenzar. De camino a la escuela, me preguntaba qué hubiera hecho yo en su lugar...