Hoy he conducido dos karts. Ha sido rejuvenecedor.
Hoy he conocido a Ketil. Tiene unos treintaypico, rastas y ojos claros, vivos.
Su velero tenía un cartel en el que pedía ayuda para tripularlo. Pagaba el viaje de vuelta a Kalmar. Ponía comida y techo.
Mañana me hago a la mar. Tres días.
Increíble. Pero sí señor.
26 de junio de 2006
20 de junio de 2006
Los últimos días del Edén
Soy oficialmente el último español de Erasmus que vive en Kalmar. A pesar de que la selección me sigue necesitando (estos suecos son un poco sosos si no están borrachos y el único que armaba un poco de revuelo en el bar era yo) las razones por las que aún me quedo son otras.
Sí que es cierto que Kalmar ha pasado de ser un pueblecito encantador que te cruzas en cinco minutos a un maldito pueblo en el que no te cruzas a nadie conocido en los cinco minutos que tardas en atravesarlo (siempre hablando del centro). Se hace duro ir caminando por la calle y recordar anécdotas, gilipolleces incluso, que viviste con gente que no vas a volver a ver (en un tiempo bastante prudencial, al menos) y saber que ya son sólo recuerdos, que sólo recordarás con suerte si algún día ves una foto y tienes suerte de estar del humor adecuado.
Pero bueno, hay un montón de cosas que se han ido poniendo en la cola para ser escritas aquí, y me parece a mí que lo más seguro es que se queden en el tintero o en las conversaciones de bar. El caso es que he estado atareadísimo entre lo del concierto, facultad, viajes y demás, y hay algunas cosas que me han quedado por hacer, algunas practiquillas en la facultad, que aprovecho para hacer ahora. Así que por las mañanas curro un rato (cuando no escribo emails o pierdo un poco el tiempo), y por las tardes me dedico a disfrutar del veranito sueco, que ahora entiendo por qué desata tantas pasiones entre la gente de aquí.
Si vosotros pasarais de estar dieciséis horas al día a oscuras y a menos diez grados, a tener veintipico, que anochezca (es un decir, nunca oscurece del todo) a las doce de la noche y que a las dos y media de la madrugada ya sea de día otra vez, también disfrutaríais el verano.
Aprovecho hoy para colgar un par de fotos de mi nuevo look, del viaje que nos acabamos de marcar Hélène (F), Maria (Austria), Nuria, Mireia y servidor por Suecia durante cinco días, en Volvo por supuesto. El recorrido y fotaje es carne de otro post, pero me comprometo a escribirlo pronto.

Sí que es cierto que Kalmar ha pasado de ser un pueblecito encantador que te cruzas en cinco minutos a un maldito pueblo en el que no te cruzas a nadie conocido en los cinco minutos que tardas en atravesarlo (siempre hablando del centro). Se hace duro ir caminando por la calle y recordar anécdotas, gilipolleces incluso, que viviste con gente que no vas a volver a ver (en un tiempo bastante prudencial, al menos) y saber que ya son sólo recuerdos, que sólo recordarás con suerte si algún día ves una foto y tienes suerte de estar del humor adecuado.
Pero bueno, hay un montón de cosas que se han ido poniendo en la cola para ser escritas aquí, y me parece a mí que lo más seguro es que se queden en el tintero o en las conversaciones de bar. El caso es que he estado atareadísimo entre lo del concierto, facultad, viajes y demás, y hay algunas cosas que me han quedado por hacer, algunas practiquillas en la facultad, que aprovecho para hacer ahora. Así que por las mañanas curro un rato (cuando no escribo emails o pierdo un poco el tiempo), y por las tardes me dedico a disfrutar del veranito sueco, que ahora entiendo por qué desata tantas pasiones entre la gente de aquí.
Si vosotros pasarais de estar dieciséis horas al día a oscuras y a menos diez grados, a tener veintipico, que anochezca (es un decir, nunca oscurece del todo) a las doce de la noche y que a las dos y media de la madrugada ya sea de día otra vez, también disfrutaríais el verano.
Aprovecho hoy para colgar un par de fotos de mi nuevo look, del viaje que nos acabamos de marcar Hélène (F), Maria (Austria), Nuria, Mireia y servidor por Suecia durante cinco días, en Volvo por supuesto. El recorrido y fotaje es carne de otro post, pero me comprometo a escribirlo pronto.


5 de junio de 2006
17 de abril de 2006
Un poco de Kalmar... (¿Lo pilláis?)
Ehm... vale. No digáis nada.
Bueno, pues el viernes por la tarde se acabó la semana de visita de Fer, Felipe, Miguel y Leticia, que por cierto, ha sido muy agradable recibir. ¿A que Suecia mola? Si ya os lo decía yo, que esto es una cosa de locos, aquí la gente lo mismo ve un reno cruzar la carretera que al mismo reno conectado a internet. No sorprende nada, aquí esas cosas pueden pasar. Pero acabé reventado, y ahora ya estamos un poco más calmados para contar un poco por encima qué pasó.
El tiempo que estuvieron de visita lo repartimos entre Kalmar y Estocolmo. Hubo una fase previa en Copenhague, pero no pude unirme, ya lo dije, por un maldito proyecto que había que terminar bien si quería irme arriba. Así que lo comido por lo servido. No sé que tal estuvo Copenhague, imagino que chachi, pero no puedo quejarme. Tuvimos mucha suerte con el viaje, sobre todo por el tiempo. Cuando esta gente estuvo en Kalmar, lo único penoso de su situación es lo atrincherados que estaban los pobres en mi habitación. Los metí a los cuatro, moví la mesa, hice desaparecer muebles, y allí que durmieron. Servidor abusó de la hospitalidad de su amigo Felipe y durmió en su habitación tres días. El tiempo que nos hizo fue la leche, qué decir, ya lo veréis en las fotos.

El domingo fue día de tranquis, entre que hacíamos tiempo para esperar a Fer, que venía dos horas más tarde, les enseñaba mi cuarto y mi facultad, mi "otra" residencia, y les presenté a mis amigos se nos fue el día y parte del siguiente. Nos acostamos tardísimo pero moló.
El lunes fue día Kalmar. Se lo enseñé con la complicidad del buen tiempo, y pareció gustarles, me alegro. Por la noche, tras ir de compras al System Bolaget (ahora ya saben lo que es) estuvimos en el local de mi residencia para hacer fiestas, en una que se alargó hasta las tantas, con hora chanante incluída. El ron es malo. Os lo digo yo, Mr T.

El martes fue un día Öland. Öland, para quien aún no lo sepa, es la isla que tengo al lado. Lo cierto es que no la había visitado aún, creo que estaba esperando al buen tiempo. Pues no tuve mejor oportunidad que ese día, porque no se veía apenas una nube. Aquí va foto vista desde el cielo.

Chula, ¿eh?. Pues nos la hicimos casi entera. Alquilamos un Clio (un S60 estaba fuera de lugar, y de presupuesto), y nos pasamos la tarde de aquí para allá, haciendo una ruta más o menos completita por cada señal marrón que indicaba la presencia de algo. Y allá que nos fuimos:

¿Qué te llevarías a una isla desierta? Un puente... (¿quién sigue?)
Se nos hizo de noche y nos fuimos a ver a un amigo mío (sueco) que trabajaba en un pijiclub-resort y nos tomamos unas cañas y unos cafés (¿Cafés? La puta cafetera entera, joder. Pero yo ya estoy acostumbrado). Se tiró el rollo y acabó invitándonos. Si esque tengo unos amigos...
¡Mirad que atardecer!

Y bueno, también aprovechamos después para irnos a un castillo, fuerte, o lo que quiera que haya sido. Después de cansar a esta buena gente, que si esperad un poco, que si no os mováis durante cinco segundos, que si tal, que si cual, patatín y patatán, hice una foto y algo me llamó la atención. No supe ver bien qué era, en la pantallita de mi cámara nada se salía de lo normal, pero cuando llegué a mi casa y las revelé, me llevé una sorpesa. A alguien no debe haberle hecho mucha gracia que bromeásemos con según qué cosas...

En fin, el caso es que el día no daba para mucho más, y decidimos irnos a casa (eran más de las diez ya, y hacía fresquito). Una cena simpática, y yo a la otra residencia, no a dormir, sino a dejar terminado el proyecto que entregaba esta semana. Lo de entregar es un decir, porque el día que se presentaba el proyecto yo estaría en Estocolmo. Pero acabé mi parte, a las 4 y media, y me fui a la cama.
Me desperté a las 7. Vamos a Estocolmo. Pero eso es material para otra entrada, ya he escrito bastante y hace un día lo suficientemente bonito como para que me de por buscarme algo más que hacer.
Saludos a todos, y respetad el más allá, niños...
Bueno, pues el viernes por la tarde se acabó la semana de visita de Fer, Felipe, Miguel y Leticia, que por cierto, ha sido muy agradable recibir. ¿A que Suecia mola? Si ya os lo decía yo, que esto es una cosa de locos, aquí la gente lo mismo ve un reno cruzar la carretera que al mismo reno conectado a internet. No sorprende nada, aquí esas cosas pueden pasar. Pero acabé reventado, y ahora ya estamos un poco más calmados para contar un poco por encima qué pasó.
El tiempo que estuvieron de visita lo repartimos entre Kalmar y Estocolmo. Hubo una fase previa en Copenhague, pero no pude unirme, ya lo dije, por un maldito proyecto que había que terminar bien si quería irme arriba. Así que lo comido por lo servido. No sé que tal estuvo Copenhague, imagino que chachi, pero no puedo quejarme. Tuvimos mucha suerte con el viaje, sobre todo por el tiempo. Cuando esta gente estuvo en Kalmar, lo único penoso de su situación es lo atrincherados que estaban los pobres en mi habitación. Los metí a los cuatro, moví la mesa, hice desaparecer muebles, y allí que durmieron. Servidor abusó de la hospitalidad de su amigo Felipe y durmió en su habitación tres días. El tiempo que nos hizo fue la leche, qué decir, ya lo veréis en las fotos.

El domingo fue día de tranquis, entre que hacíamos tiempo para esperar a Fer, que venía dos horas más tarde, les enseñaba mi cuarto y mi facultad, mi "otra" residencia, y les presenté a mis amigos se nos fue el día y parte del siguiente. Nos acostamos tardísimo pero moló.
El lunes fue día Kalmar. Se lo enseñé con la complicidad del buen tiempo, y pareció gustarles, me alegro. Por la noche, tras ir de compras al System Bolaget (ahora ya saben lo que es) estuvimos en el local de mi residencia para hacer fiestas, en una que se alargó hasta las tantas, con hora chanante incluída. El ron es malo. Os lo digo yo, Mr T.

El martes fue un día Öland. Öland, para quien aún no lo sepa, es la isla que tengo al lado. Lo cierto es que no la había visitado aún, creo que estaba esperando al buen tiempo. Pues no tuve mejor oportunidad que ese día, porque no se veía apenas una nube. Aquí va foto vista desde el cielo.

Chula, ¿eh?. Pues nos la hicimos casi entera. Alquilamos un Clio (un S60 estaba fuera de lugar, y de presupuesto), y nos pasamos la tarde de aquí para allá, haciendo una ruta más o menos completita por cada señal marrón que indicaba la presencia de algo. Y allá que nos fuimos:

¿Qué te llevarías a una isla desierta? Un puente... (¿quién sigue?)
Se nos hizo de noche y nos fuimos a ver a un amigo mío (sueco) que trabajaba en un pijiclub-resort y nos tomamos unas cañas y unos cafés (¿Cafés? La puta cafetera entera, joder. Pero yo ya estoy acostumbrado). Se tiró el rollo y acabó invitándonos. Si esque tengo unos amigos...
¡Mirad que atardecer!

Y bueno, también aprovechamos después para irnos a un castillo, fuerte, o lo que quiera que haya sido. Después de cansar a esta buena gente, que si esperad un poco, que si no os mováis durante cinco segundos, que si tal, que si cual, patatín y patatán, hice una foto y algo me llamó la atención. No supe ver bien qué era, en la pantallita de mi cámara nada se salía de lo normal, pero cuando llegué a mi casa y las revelé, me llevé una sorpesa. A alguien no debe haberle hecho mucha gracia que bromeásemos con según qué cosas...

En fin, el caso es que el día no daba para mucho más, y decidimos irnos a casa (eran más de las diez ya, y hacía fresquito). Una cena simpática, y yo a la otra residencia, no a dormir, sino a dejar terminado el proyecto que entregaba esta semana. Lo de entregar es un decir, porque el día que se presentaba el proyecto yo estaría en Estocolmo. Pero acabé mi parte, a las 4 y media, y me fui a la cama.
Me desperté a las 7. Vamos a Estocolmo. Pero eso es material para otra entrada, ya he escrito bastante y hace un día lo suficientemente bonito como para que me de por buscarme algo más que hacer.
Saludos a todos, y respetad el más allá, niños...
13 de abril de 2006
Stockholm!
Tela.
Escribo desde una especie de edificio del futuro (utopico en Espagna, y no voy a poner acentos ahora, estoy vago) en la que los jovenes y jovenas se pueden arrejuntar para escuchar musica, ver peliculas, disegnar camisetas, tomarse un algo, jugar, hacerse unas chapas, coserse algunos parches, actualizar blogs desde ordenadores de ordago y demas historias que hacen que me pregunte por que demonios no se pueden hacer estas cosas en nuestro pais.
La respuesta seria la misma que la de un par de posts mas abajo, la del Musikhuset (este sitio se llama Kulturhuset, por afinidad) y da bastante pena. En fin, aqui estoy, con Miguel, Fer, Felipe y Leticia, esperando a que venga un amigo de Felipe para irnos por ahi a beber algo y a conocer Estocolmo de noche, porque lo de ayer fue un timo (vale que fueramos de tranquis, pero joder, que garito, que musica mas horrible).
Leticia, di algo: "Acompagname a hacerme la camiseta". Bueno, pues envio la entrada y alla que nos vamos, porque si segnores, por tres euritos y medio se puede uno imprimir en una camiseta el disegno que le apetezca. Yo me he hecho uno muy chulo, pero se me ha quemado un poco. Me la pondre igual.
Besitos para ellas y abrazos para ellos, seguid bien, cuidaos, y tal. Magnana vuelvo a Kalmar en un viaje en tren de seis horas con escalas y sin asientos. Si sobrevivo ya os cuento.
Escribo desde una especie de edificio del futuro (utopico en Espagna, y no voy a poner acentos ahora, estoy vago) en la que los jovenes y jovenas se pueden arrejuntar para escuchar musica, ver peliculas, disegnar camisetas, tomarse un algo, jugar, hacerse unas chapas, coserse algunos parches, actualizar blogs desde ordenadores de ordago y demas historias que hacen que me pregunte por que demonios no se pueden hacer estas cosas en nuestro pais.
La respuesta seria la misma que la de un par de posts mas abajo, la del Musikhuset (este sitio se llama Kulturhuset, por afinidad) y da bastante pena. En fin, aqui estoy, con Miguel, Fer, Felipe y Leticia, esperando a que venga un amigo de Felipe para irnos por ahi a beber algo y a conocer Estocolmo de noche, porque lo de ayer fue un timo (vale que fueramos de tranquis, pero joder, que garito, que musica mas horrible).
Leticia, di algo: "Acompagname a hacerme la camiseta". Bueno, pues envio la entrada y alla que nos vamos, porque si segnores, por tres euritos y medio se puede uno imprimir en una camiseta el disegno que le apetezca. Yo me he hecho uno muy chulo, pero se me ha quemado un poco. Me la pondre igual.
Besitos para ellas y abrazos para ellos, seguid bien, cuidaos, y tal. Magnana vuelvo a Kalmar en un viaje en tren de seis horas con escalas y sin asientos. Si sobrevivo ya os cuento.

9 de abril de 2006
¡Visita!
Hoy vienen a visitarme Miguel, Leticia, Felipe y Fer. Forman parte de un reducido grupo de gente que se anima a entrar al blog y a saber qué tal me va, y es todo un honor recibirlos en mi txiki-habitación.
Aunque va a ser un agridulce fin de semana, porque me hubiera gustado mucho poder unirme a ellos en Copenhague desde un principio, que es lo que tenía planeado, pero no ha podido ser porque tengo que tener un proyecto preparado para esta semana, y el tiempo aprieta. Supongo que lunes y martes, que es el tiempo que estamos aquí, no podré dedicarle mucho tiempo, y he creído más conveniente currelar un poco aquí. Es un poco putada, pero ajo y agua.
Y eso es exactamente lo que estoy haciendo, toda la mañana en la facultad, mientras escribo me como una hamburguesa del Frasses, una hamburguesería cercana a mi casa, y aquí estaré hasta las 21, que es cuando vienen a la estación.
Y encima tengo un poco de resaca de la fiesta hippy de ayer.
Aunque va a ser un agridulce fin de semana, porque me hubiera gustado mucho poder unirme a ellos en Copenhague desde un principio, que es lo que tenía planeado, pero no ha podido ser porque tengo que tener un proyecto preparado para esta semana, y el tiempo aprieta. Supongo que lunes y martes, que es el tiempo que estamos aquí, no podré dedicarle mucho tiempo, y he creído más conveniente currelar un poco aquí. Es un poco putada, pero ajo y agua.
Y eso es exactamente lo que estoy haciendo, toda la mañana en la facultad, mientras escribo me como una hamburguesa del Frasses, una hamburguesería cercana a mi casa, y aquí estaré hasta las 21, que es cuando vienen a la estación.
Y encima tengo un poco de resaca de la fiesta hippy de ayer.
1 de abril de 2006
¡Y un país nuevo!
Pues sí señores, voy cogiendo ritmo. Acabo de llegar de un bar cerca del castillo en el que generalmente ponen buena música, blues, jazz, y rock, pero que hoy se ha convertido en un club de salsa (¿?) y allí que nos hemos puesto a inventarnos pasos. Nos ha quedado muy saleroso, todo hay que decirlo.
Total, que mañana me voy a Estonia, me levanto en tres horas y aún no tengo la maleta hecha ni he sacado las pelas... argh que sueño. Porque llevo un día que me he pegado un trote... todo el día en la facultad, pero ha estado guay porque me he quitado unas cuantas cosas de encima.
De todos modos es un viaje cortito, en barco, vuelvo el lunes, pero para ver Talin y conocer más cosas, si no lo hago ahora no lo hago nunca.
Me voy a traer medio duty free de drogas legales.
Total, que mañana me voy a Estonia, me levanto en tres horas y aún no tengo la maleta hecha ni he sacado las pelas... argh que sueño. Porque llevo un día que me he pegado un trote... todo el día en la facultad, pero ha estado guay porque me he quitado unas cuantas cosas de encima.
De todos modos es un viaje cortito, en barco, vuelvo el lunes, pero para ver Talin y conocer más cosas, si no lo hago ahora no lo hago nunca.
Me voy a traer medio duty free de drogas legales.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)