2 de febrero de 2006

Deshielo bloguero (el de la nieve tiene para rato)

Ufff... sí, he tardado un montón en actualizar esto, aunque espero que lo comprendáis, pero esque hasta el 20 de Enero no tuve vida, el último examen lo tuve el viernes pasado (28 Ene), y desde entonces me he estado recuperando como he podido del estrés y esas cosas.

Pero ya estoy otra vez en la brecha, con otros tres cursos, y unas cuantas cosas más por ahí que iré contando. Lo primero de todo. ¿Habéis visto por la calle alguna vez montones de dos metros de nieve? Yo sí. Y más de los que os imagináis. Cuando llegé a Kalmar, fue lo primero que me impactó. Claro que era fácil impactarme. Vaya viaje.

Con mi habitual previsión de tareas y la organización milimétrica de la que sabéis que hago gala, me encontré a las 4 de la mañana del mismo día que me iba camino de mi casa con la idea de hacer la maleta. 7 horas tenía, más que de sobra (siempre lo son) para lo que tenía que hacer. Joder, entre pitos y flautas, que si esta bufanda, que si mira que guantes, que si hay que sacar la ropa del cesto de la plancha (que había, por algún extraño motivo, vuelto a llenarse solo) y demás historias, podéis suponer que dormí media hora antes de levantarme e ir al aeropuerto.

¡Me he traído la guitarra! Fue una suerte encontrarme a aquél encargado de Spanair tan majete que me dejó subir la guitarra al avión como equipaje de mano, aparte de la mochila. El tío tocaba y dijo que me entendía perfectamente, así que se tiró el rollo y me la pasó como equipaje de mano. Qué tío tan enrollado. Los pasajeros de aquel vuelo que iba hasta las trancas se cagarían en su puta madre cuando ocupé la mitad de un compartimento con ella, pero a mí el tío me pareció un solete.

Llegado a Copenhague, a cuyo aeropuerto me empiezo a acostumbrar, toca recoger maleta e ir a por el billete. Joder, problemas con la maleta, ¡qué bien! Pues eso, media horita de espera ahí como tontos, hasta que por fin salió.

- Un billete para Kalmar, por favor.
- El tren acaba de salir hace cinco minutos.
- No jodas... bueno, ¿cuándo sale el siguiente?
- En dos horas y media.
- Vaya... qué bien... ehm, bueno, dame un billete.
- Vale, a ver... ehmm... oye, hay un problema, no me quedan billetes para ese tren.
- O_o
- A ver, que te miro para el siguiente... vale, sale a las 6.
- Bueno venga, qué se le va a hacer, dame un billete.
- Ehm... sólo quedan billetes de primera clase.
- ¿Y cuánto cuestan?
- 80 €.
- ¿Tienes a mano el teléfono de algún hotel? (A mal tiempo buena cara... irónica, pero buena)
- Jajaja... bueno a ver, que el último tren sale a las 7 y media, a ver si queda algo...
- Venga venga venga venga venga...

Hubo "suerte", así que pillé billete para el último tren, que haría que llegase a Kalmar más de doce horas después de haber salido de Madrid. Es decir, 12 horas para hacer un viaje de 6, en un día de estos que te pasas medio zombi.

Por suerte, medio freak que es uno, me llevé un par de pelis en el bolsillo de la chaqueta de las que di buena cuenta en el aeropuerto y en el tren. Amén de pagar lo que nunca me imaginé que pudiera llegar a pagar por una conexión wifi en el aeropuerto de Copenhague, 8 ó 12 euros por una conexión de 4 horas, aunque lo que voló el tiempo estando conectado y lo "un poco freak" que me sentí no tiene precio.

Pero hablaba de los montones de nieve. Me encontré Kalmar enterrado en nieve. En navidades nevó de lo lindo y me chocó un montón verlo así, como me imaginé que sería cuando me dieron la beca, blanquito. Que vaya puta gracia hace arrastrar la maleta hasta tu casa a las once y media de la noche , con una mochila y un maletón guitarrero al hombro, sobre nieve y hielo salpicado de grava (para que no resbale tanto, ya contaré cómo combaten los suecos el hielo y la nieve en otro post), por supuesto todo esto a unos -9 grados. Por fin llegué a casa, abrí la puerta sintiéndome robocop (ya os pondré un vídeo, lo prometo) y me tiré en la cama.

Y al día siguiente, a las 10 de la mañana, meeting con el contingente asiático del grupo de Wireless Comm. para preparar las reuniones previas a la presentación del proyecto. El viernes, examen de 7 horas. Sí sí, 7 horazas, repartidas en dos exámenes con materia común. Y por supuesto, en navidades estudié dos días. Qué gloriosa perspectiva.

Mañana cuento más. Para desentumecer el alma bloguera vale con esto, gracias a todos por haber seguido entrando en el blog a pesar del mes que lo he tenido hibernando, a partir de ahora lo moveré bastante más, palabra.

¡Saludos a todos!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegra verte de nuevo compañero, a ver si va adelante el proyecto "música a distancia"!
Maanu

Anónimo dijo...

"Y al día siguiente, a las 10 de la mañana, meeting con el contingente asiático del grupo de Wireless Comm. para preparar las reuniones previas a la presentación del proyecto"

Pareces una persona seria y todo ajajajja

(me imagino al aitor en el "MEETING" con su guitarra. todos con cara sueca de poker. ¿Que, un rocanrol?¿el blus del autobus? Esto ya.)

En fin me se pira.

Anónimo dijo...

joder, que odisea.
espero que el examen te haya salido bien (teniendo en cuenta la dedicácíon). Pues aquí también ha nevado, pero no tanto, claro, aunque ha hecho un frío de pelotas..........
me alegro de que todo te vuelva a ir bien, pero ahora con guitarra
1 abrazo

PD: no se en Suecia, pero aqui mañana supone escribir el día 3, hoy es 6 y...............